domingo, 19 de enero de 2014

Pirelli's Miracle Elixer


Otros años para estas alturas, Paul Hembery ya nos había edulcorado las orejas con sus sabias palabras al respecto de lo portentosa que resultará la gama 2014 de su producto, y el caso es que quedan un puñado de días para que comience el sarao y la italiana ni siquiera ha actualizado su web, lo que me ha llevado a pensar por un instante en que a lo peor se salta Jerez como se lo saltará Lotus (McLaren parece que estará presente aunque in extremis).

Es broma, desde luego. Doy por bueno que la milanesa está trabajando a destajo para tenerlo todo listo para la primera cita de pretemporada, entre otras cosas, porque ha sido renovada «oficialmente» por otros tres años más y ya sería comenzar con mal pie esta nueva etapa, si las gomas no estuvieran listas. Lo que si va en serio es mi sospecha de que hay miga en el mosqueante silencio que rodea a la vedette de la historia en estos primeros pasos de la temporada.

Pensando bien podría ser que Hembery sufriera de afonía y no quisiera lastimar su garganta. Pensando mal, el máximo responsable del hoy por hoy proveedor único de neumáticos podría estar deshojando la margarita de si su compañía servirá definitivamente Bridgestone fríos o Bridgestone calientes en los compases iniciales del calendario, ya que doy por sentado que los departamentos de ingeniería de las respectivas escuderías tienen en sus manos algo parecido a unos Bridgestone 2010 y sobre ello han levantado sus proyectos para este año.

2014 tiene tintes de ruleta rusa para la milanesa (disculpadme tanto gentilicio). Nuevos motores, nuevo par de potencia, más peso y tracción, y los viejos asfaltos de siempre, excepción hecha de Sochi y Red Bull Ring, que como novedades se las traen con abalorios, son ingredientes como para poner los pelos de punta a cualquiera, más si cabe después del reventón que manchó los pantalones de Nico Rosberg en las pruebas de Interlagos.

Una cosa lleva a la otra y casi sin querer, la cabeza se me ha ido a la escena de Sweeney Todd en la que hacen acto de presencia Adolfo Pirelli y su troupe para vendernos el Elixir Milagroso Pirelli (Pirelli’s Miracle Elixer), una sustancia que tiene de mágica lo que su mentor de italiano, ya me entendéis. Total, que aceptando que Paul Hembery haya ejercido estos años pasados de Signor Adolfo por aquello de lograr la renovación, conseguida ésta lo que queda es poner los pies en polvorosa o volverse sumamente cauto, aceptando como norma que en Fórmula 1 sobrevive quien es más listo y no quien mejor hace las cosas.

Si el asunto va mal excusas no van a faltar. Insuficiente tiempo de prueba, meteorología demasiado adversa o equipos que están exigiendo a los compuestos más de lo que pueden dar, serán con probabilidad las razones que se argumentarán para justificar cualquier tipo de desaguisado, posible ojo, que soy consciente de que aún es pronto para empezar a tirar piedras. Vamos, que de momento lo único que tenemos es un pastoso silencio rodeando a las primadonnas de la temporada, esas cosas negras que antaño servían para que los coches volaran y a día de hoy son las principales responsables de que los pilotos en vez de correr, jueguen al tú la llevas sobre los circuitos.

Me mosquea, lo admito. Me mosquea mucho que Hembery no haya hecho ni una miserable nota de prensa sobre lo que espera Pirelli de los primeros test de la sesión. Me mosquea tanto que sueño entre fiebres con gomas que duran prácticamente una carrera completa en su versión superblanda. Me mosquea lo suficiente como para que me pregunte la razón de tanto silencio y como para que todo esto me suene demasiado a Pirelli’s Miracle Elixer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No me parece raro estar con la mosca detrás de la oreja, aunque ya conocemos el dicho "No hay noticias.... Buena noticia".
Ahora en serio, juro por lo mas sagrado que si esta temporada el neumático vuelve a ser otra vez el protagonista "tramposo" de la función pondré punto y final a mi viciosa afición por este maravilloso deporte.
Un saludo. Alvaro