Un año sobre un mal coche obra milagros, y si no que se lo pregunten a Checo Pérez, quien pasito a pasito, mientras encontraba su lugar en el mundo sobre el MP4/28, se está postulando este final de temporada como un piloto denso y afilado que sin embargo sabe guardar sabrosos secretos en su chistera.
Cuando el año pasado se barajó su nombre para sustituir al insustituible Massa, afirmé aquí mismo que como acero le veía poco templado. Sauber, sin duda, no era la escudería adecuada aunque le serviría al de Guadalajara para presentar definitivamente sus credenciales. Medianero, el equipo suizo busca siempre sobrevivir a toda costa, de manera que sus hombres rara vez salen a pista a morir matando. McLaren es otra cosa, y cuando Pérez fue llamado a reemplazar a Hamilton manifesté mis dudas de si sobreviviría al salto.
Pero pasado el proceso previo de adaptación al nuevo ambiente, espoleado por Whitmarsh, quien no dudó ni tanto así a la hora de agarrarle por los huevos, el mexicano comenzó a dar muestras de estar vivo para enseñarnos en primavera que había entendido perfectamente de qué iba la nueva historia, qué se esparaba de él y lo más importante, que en Woking los coches se crean para que caigan destrozados si la ocasión lo merece...
Han pasado unos pocos meses desde aquello y el MP4/28 sigue siendo un monoplaza complicado, pero Sergio sabe ahora aprovecharlo y lo demuestra en cuanto puede. Ayer mismo, por ejemplo, en India, en Buddh, llevándolo hasta la quinta posición final contra todo pronóstico.
Carrera completa de principio a fin, bien gestionada. Con inteligencia cuando hizo falta y con agresividad en los instantes de necesidad, superando a Pastor, adelantando a Lewis, un tipo precisamente, que no se anda con paños tibios ni así se haya quedado sin ruedas, con quien el mexicano libró una preciosa batalla en mitad del smog anaranjado que anegaba el circuito en los últimos giros de la prueba.
Decía al comienzo que un año sobre un mal vehículo obra milagros, pero se me olvidaba mencionar que para que este suceda tiene que haber algo capaz de despertar. Un algo que doy por seguro que permanecía latente dentro de Checo y ahora ha comenzado a aflorar gracias a estos meses de impagable sufrimiento.
Flor de un día argumentan por ahí. Podría ser. Sí, podría ser que lo de Sergio de ayer no lo volvamos a ver esta temporada, pero estoy seguro de que lo volveremos a disfrutar más adelante porque el MP4/28 será historia dentro de poco y el de Guadalajara seguirá creciendo con otro coche en 2014 y quién sabe si con otro compañero en 2015, en todo caso, en McLaren, of course!
Os leo.
1 comentario:
"...en Woking los coches se crean para que caigan destrozados si la ocasión lo merece..."
En Rush te gustará como convencen a Teddy Mayer de por qué debe contratar a James Hunt y no a Jackie Ickx. Espíritu McLaren. ;)
¡Saludos al anfitrión y a los invitados!
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