Ni contigo ni sin ti…

Imagino que ya sabéis cómo termina la canción, así que con vuestro permiso me ahorro concluirla, aunque sospecho que lo mismo daría que la completara, porque desde que a mediados de temporada, cuando a mi Felipe le machacaba el cráneo un muelle suelto del Brawn de Barrichello, la sombra del Kaiser sobrevolaba con fuerza el cotarrillo para desvanecerse por donde vino.

Hace un par de días, como quien dice, ha vuelto, o mejor dicho, lo han vuelto a sacar de la chistera los mismos o parecidos que lo hicieron en verano, y como entonces, enarbolándolo como una especie de ángel redentor que ayudará a aliviar la pesadumbre que asola el deporte, porque lo cierto es que la cosa está tan fría y amojamada que se recurre a santones como Schumacher para intentar revitalizarla.

En momentos como éste doy gracias a Dios porque Nelson Piquet —al auténtico, al que llamaban Nelsinho, y se dejaba cuando le mordisqueaban la oreja entre las sábanas— no esté lo suficientemente en forma como para subirse a un coche, porque de poder hacerlo, me da la sensación de que Bernie santificaría su retorno como está haciendo con el de Michael, y entendedme, he mencionado a Nelson porque casi es de mi quinta (nació en el 52), aunque hay muchos más que incluso son más jóvenes que yo.

Vale, voy sesgadete porque mecachis en la mar la gracia que me hace que tenga que parecer que viene el heptacampeón del mundo, para que se recobre el espíritu del espectáculo que pretendía dejarnos Max Mosley como legado. Ni que fuera el lobo feroz. Vale, también, lo de bajarle del coche en 2006 pudo estar un poco feo, pero el F2007 no fue ninguna maravilla e intervino en su desarrollo, que hay que recordarlo todo, y me da que con él montado en un Ferrari a lo mejor Ron Dennis no nos habría dado el disgusto que nos dio. Total, que tal vez lo de la retirada a tiempo estuvo incluso bien, porque el alemán llevaba dos años consecutivos mordiendo el polvo a manos de un impresentable asturiano que para colmo montaba un coche bastante peor. Voy más lejos, si Schumacher se hubiera quedado en Ferrari como barajan algunos, tal vez Ross Brawn jamás habría recalado en Honda, lo que nos pone en que hay demasiadas posibilidades de que no existiera Brawn GP, y menos aún Mercedes GP, lo que nos sitúa en que a estas alturas podría caber la posibilidad de que nadie lo reclamara, y lo que es peor, que él se hubiera hartado y retirado motu propio para no pensar en volver…

No me enrollo, porque lo malo de las ucronías es que suelen generar realidades alternativas de difícil digestión. Por lo que fuera, Michael aceptó convertirse en señor mayor después de su paso triunfal por Ferrari (podía haber ido a otra escudería si hubiera querido, digo yo, Renault, por ejemplo), y sólo pareció haber pensado en el retorno por un puñado de pasta, tal vez por saldar alguna cuenta pendiente, y por responder a algo que sus allegados afirman lleva en la sangre. Ahora que Mercedes vuelve a ponerlo sobre el tapete, él se deja querer, lo entiendo, pero dudo mucho que se atreva a dar un paso del que podría arrepentirse, aunque todos somos libres de volver a tropezar con la misma piedra cuantas veces queramos. ¡En fin, allá él!