viernes, 31 de octubre de 2008

Enseñando morro


Sacar conclusiones de un primer día de entrenamientos es siempre precipitado, y aunque no acostumbro a hacerlo hoy me voy a tirar a la piscina, si me lo permitís, porque a estas alturas de la noche ya he leído un par de bobadas que plantean que el hijo de Anthony Hamilton se ha mostrado conservador en Interlagos, tras obtener el 9º puesto en los segundos libres, calzándose el 4º mejor tiempo absoluto de la jornada (1:12.495).

Bien es cierto que al muchacho de las pelotas de oro le basta con impedir que Massa le saque 7 puntos al finalizar la prueba de pasado mañana, y que por tanto debería planificar la carrera atendiendo a este aspecto, lo que no quita para que parezca idiota (al menos a mí me lo parece) plantear el asunto como si el 5º lugar de la parrilla fuese la pole. Ganando, tiene el mundial en el bolsillo; quedando segundo, también. Si los Ferrari quedan delante y él tercero, hace podio y se lleva el título a casa… Vamos, que por mucho que le estoy dando vueltas, sus resultados en esta primera tanda de entrenamientos me parecen bastante pobres, porque se está jugando el campeonato y lo suyo habría sido que se hubiera dejado la piel tratando de enseñar los dientes, si en verdad los tiene tan bien puestos como alardeaba después de Spa.

Contrariamente a lo que piensan los que afirman que se está dosificando o guardando las fuerzas para el domingo, mucho me temo que el chiquillo está demostrando demasiado temprano que no puede con la presión que lleva encima, lo que me pone en la tesitura de pensar que mañana sábado puede ser peor, y que si no se toma una tila antes de la carrera, las 71 vueltas de las que está compuesta pueden tornarse un auténtico via crucis.

No quiero, tampoco, cargar las tintas sobre el británico, porque sinceramente no me gustaría estar ni en su piel ni en la de Massa. Ambos se juegan el resultado de una temporada completa, y ambos lo hacen para rubricar sus pobres méritos o para irse a casa de vacío. En este orden de cosas, cabe destacar que la situación de Felipe, no siendo buena, es menos mala que la del primogénito de Anthony Hamilton, pues el brasileño sólo tiene que intentarlo, mientras que al inglés se le viene encima la posibilidad de que por segundo año consecutivo vuelva a perder el entorchado en la última carrera, llevando clavado a la espalda, y de por vida, un logro que está al alcance de muy pocos.

No, no me gustaría estar ocupando el lugar de ninguno de los dos, y por ello me gustaría destacar que por lo visto en el día de hoy, mi Felipe sí está dando muestras de que quiere enmendar los patéticos resultados obtenidos desde finales de agosto, lavar su imagen, en una palabra, enseñando el morro a su más directo contrincante, mientras que el émulo de Senna al parecer se está conformando con tratar de luchar consigo mismo (se ha salido en varias ocasiones, y como siempre por exceso de testosterona), lo que me lleva a la conclusión de que Massa aborda Interlagos con la actitud correcta, en clave de campeón, y que el hijo de Anthony Hamilton corre riesgo de ahogarse antes de tiempo.

Mañana veremos si me equivoco o estoy en lo cierto.

2 comentarios:

Mai dijo...

Esperemos que nuestro querido podios la vuelva a armar y podamos además ver a alonso en el podio de interlagos. Saludos

Anónimo dijo...

Eso, mañana veremos...