lunes, 31 de diciembre de 2007

Si Bruce levantara la cabeza (XI)


La situación de McLaren en 2002 y 2003 no puede ser juzgada si no eliminamos primero la sombra omnipresente de la Ferrari de los primeros años de la década.

Sin la escudería italiana, sencillamente intratable, podríamos percibir que McLaren lucha ambos años de tú a tú con Williams, y que aunque pierda la partida un poco por la falta de solidez de los motores de sus vehículos desde 2000 (la serie de V10: FO110J, FO110K, FO110M y FO110 a secas, el más estable de todos), y otro poco por la inestimable contribución del colombiano Juan Pablo Montoya (su nacionalidad nos va a resultar imprescindible en unos párrafos) a la consolidación del equipo de Sir Frank, lo cierto es que son dos temporadas bastante buenas en las que el equipo de Woking logra dos terceros puestos consecutivos en la general de constructores, situándose a muy poca distancia de su eterno enemigo inglés y a bastante más de su inmediato perseguidor (Renault).

Al respecto, cabe mencionar que desde 2001 hasta 2004, en Fórmula 1 hay dos tipos de competiciones: la oficial, ganada constantemente por Ferrari, y la real, en la que intervienen el resto de equipos. Hecha la salvedad, tras la marcha de Mika Hakkinen, su sustitución por Kimi Raikkonen está algo más más que cantada. Mercedes-Benz colabora con el equipo desde 1995 y en 1997, el hueco dejado por la tabacalera americana Marlboro se cubre con la incorporación de la alemana West, propiedad de Reemtsma GmbH. Ambas empresas cuidan con mucho esmero todo lo relativo al mercado nórdico, muy solvente económicamente. Así, disponer de un piloto que encaje con un perfil publicitario adecuado resulta una auténtica prioridad, y Kimi entra en él como mano en guante de gamuza.

Dennis, quien como ya hemos visto sabe plegarse a la perfección a los dictados de quienes ponen el dinero para sostener su escudería, no duda un instante en comenzar a cuidar como se merece al recién llegado de Sauber, a pesar de que con ello de la impresión de olvidarse rápidamente de los innumerables servicios prestados por el leal David Coulthard.

Si en la época de Mika la coartada era el enorme cariño que ambos se profesaban tras el accidente del primero en Australia (1995), durante la primera etapa de Kimi en McLaren será la enorme calidad que destila el finlandés siempre según la prensa inglesa, muy dada a ofrecer a McLaren este tipo de coberturas, que no duda un instante en bautizarlo precipitadamente como Iceman por su frialdad al volante —y eso que sólo logra entrar en los puntos en 6 de las 17 ocasiones posibles en su primera participación sobre los bólidos de plata, abandonando en el resto de ocasiones— obviando que el apelativo le viene que ni pintado por su reducido repertorio gestual.

David Coulthard ya no cuenta salvo para seguir haciendo lo que ha venido realizando en la media década pasada: cubrir las espaldas del primer piloto, aunque todavía es pronto para que lo descubra. Así, en 2002, quedará cuarto a 17 puntos de su compañero, quien logrará el quinto lugar en la clasificación general de pilotos. En 2003, con un Kimi algo más equilibrado, David sólo conseguirá la séptima plaza en la de pilotos, mientras que el finlandés se llevará el subcampeonato a 2 puntos de Michael Schumacher.

Contra todo pronóstico, tras 150 carreras sirviendo a McLaren, David Coulthard será despedido para ser sustituido por el primer piloto de Williams: Juancho Montoya, sin que nadie mencione que el suceso coincide con el comienzo de la expansión de Reemtsma GmbH en Hispanoamérica, que se inicia precisamente en Colombia.

Montoya, desatado como en Williams, se estrena en 2004 con un quinto puesto en la tabla de pilotos, mientras que Kimi sigue rompiendo motores, chasis y suspensiones, alcanzando la séptima posición a pesar de acumular 8 abandonos. En 2005, curiosamente, los problemas de fiabilidad del monoplaza aquejarán sólo al colombiano (si el año anterior sólo había abandonado en 2 ocasiones, en ésta lo hará en 6). Juan Pablo quedará séptimo mientras que Kimi ganará su segundo subcampeonato, esta vez detrás de Fernando Alonso.

Tras la marcha de Adrian Newey a Red Bull en 2005, 2006 supone la debacle para McLaren. El equipo no es capaz de ganar una sola carrera porque sus vehículos son sencillamente inconducibles. Montoya, hastiado, se da de baja a mitad de temporada siendo sustituido por el español Pedro Martínez de la Rosa en lo que queda de sesión, quien conseguirá el mejor resultado de su carrera en Hungaroring (segundo) después de una titánica pelea con Michael Schumacher. Para colmo, Kimi resultará fichado por Ferrari en sustitución del Kaiser, por lo que abandonará McLaren al terminar el año, tras haber quedado quinto en el campeonato de pilotos.


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