Nos reímos mucho de la aojada que sufre Checo o de la mala suerte que acompleja a Red Bull y su piloto estrella desde hace un par de meses, como poco, pero la que lleva encima Toto Wolff desde diciembre de 2021 parece un chiste de Faemino y Cansado.
Duro, marcial, el racer austriaco se puso firme y exigió la cabeza de Michael Masi y, a ver, quién iba a imaginar en aquel instante que, concedido el deseo, Mercedes AMG no iba a levantar cabeza durante tres largos años si contamos éste que aún no ha terminado.
Ni Size Zero ni pollas en vinagre. Obligar a la FIA a meter la tijera en todo lo bueno que conseguía Red Bull no es algo que podamos considerar competitivo, tampoco mostrarse incapaz de recortar distancias teniendo a priori el viento a favor. Que un equipo cliente de Mercedes-Benz esté sacando en 2024 mayor rendimiento a la unidad de potencia y componentes compartidos que el equipo oficial, sólo supone otro clavo en el ataúd, y otro tanto que Lewis se pire a buscar su octavo en Ferrari....
A estas alturas de la película intuyo que Torger tiene prohibido a Susie que le recuerde en casa el asuntillo de marras, pues no hay nada peor que una pareja recordándote durante el desayuno que, si hubieses dejado a Masi en paz, a lo mejor la historia no habría resultado tan estúpidamente chusca.
Os leo.
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