Mi abuela diría ¡a buenas horas mangas verdes!, pero bien está lo que bien acaba, y tras años de escuchar y leer en medios y redes sociales estupideces justificando las penalizaciones por cambios de componentes de la unidad de potencia, o por sustituirla al completo, resulta que viene Toto Wolff y piensa lo mismo que los desapasionados a este deporte.
También es verdad que queda feo que sea precisamente él quien ponga el cascabel al gato cuando, desde 2014, su equipo ha sido el mayor beneficiado de las penalizaciones que sufrían los demás, pero bueno, podemos darlo por bien invertido si, a partir de sus reflexiones, algún papanata que otro asimila que el asunto estaba muy cogido por los pelos cuando el propio Wolff, ahora que ha visto las orejas al lobo, insinúa que necesitaría retoques para evitar que el aficionado siga más perdido que un pulpo en un garaje, y lo clave: para que no afectase a la lucha por el Mundial.
Os leo.
1 comentario:
El 'lobito Wolfito', siempre al acecho.
Ojito, ojito a lo que dice Wolfito que tiene mucha amistad con toMasito. ;b.
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