No hay nada como empezar una mañana fresquita de sábado en Gorliz hablando de Bernie, que es como comenzarla oliendo a napalm. Uno nunca sabe a quién echará de menos pero el paso del tiempo es testarudo como una mula y acaba poniéndote en tu lugar, o recordándote la vigencia del refrán «alguien vendrá que bueno te hará».
En modo alguno quiero decir con esto que Ecclestone no fuese bueno o insustituible para su modelo de deporte, como afirmaban sus más leales vasallos, aunque el panorama que está dibujando Liberty Media a cuatro años vista de su aterrizaje en la Fórmula 1 apunta a que aquí sí ha habido tiempos mejores, con mejores mentirosos y mejores liantes, ¿dónde va a parar? En realidad, no resultaba descabellado pensar que nuestro bendito putetxe sólo podía funcionar como lo hizo hasta el 23 de enero de 2017, pena que nadie supo imaginar entonces la que se nos venía encima con la panda que lidera ahora mismo Stefano Domenicali.
No se puede tener todo en esta vida y me comprometo a disfrutar del resultado de esta aventura al menos tanto como tardé en visionar Senna, fundamentalmente porque Bernie sigue proporcionándonos horas y horas de entretenimiento sin necesidad de maquillaje, lados buenos y luz ambiental. Lewis no le parece el mejor piloto de la parrilla, por ejemplo, y ha salido a defender el papel de Bottas en Brackley... Lo dicho, siempre en mi equipo.
Os leo.
1 comentario:
El párrafo de Michael Moore épico. Todavía me estoy descoj...
;)
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