Creo que lo comenté de pasada en otra ocasión que me he referido al WEC, pero este año no estoy difrutando como otras veces quizá porque me había ilusionado demasiado con la llegada de los Hypercar...
Ayer me volvió a suceder con las 8 Horas de Portimao. El Success Handicap, la necesidad de Toyota de mantener cierta alegría a base de órdenes de equipo, no sé, todo olía demasiado al anterior WEC y se suponía que eso era el pasado. Imagino que para 2022 la cosa cambiará bastante, pero hoy por hoy la Resistencia me está dejando de un aire, por decirlo en suave. Estrenas categoría, tienes unos coches cojonudos de última generación... ¡Por Dios, dejadlos correr!
Os leo.
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