No es cuestión de tirar jarros de agua fría para sofocar la alegría, pero nos convendría, creo, bajar un poco el tono de las expectativas sobre Alpine, fundamentalmente porque es la única escudería de la parrilla que únicamente cuenta con dos vehículos para hacer de Juan Palomo y su famoso yo me lo guiso, yo me lo como.
He utilizado este mismo argumento cuando Fernando era batido una y otra vez por Esteban y, con vuestro permiso, voy a rescatarlo esta tarde en que el francés no ha pasado de la Q1 en Spielberg y el español ha vuelto a meterse en Q3, ya que prefiero fijarme en el global más que en los detalles.
Así las cosas, desconociendo qué programas específicos están llevando a cabo los dorsales 14 y 31, podemos coincidir en que la evolución del A521 está resultando prometedora, independientemente de que la fortuna no haya sonreído hace unas horas al de Évreux. Lo que es seguro es que hay monoplaza para entrar regularmente en Q2 y disputar hueco en la Q3, que es donde le corresponde estar a la francesa.
En todo caso, sólo llevamos a cuestas ocho carreras, cabe recordarlo; Fernando comienza a divertirse y Esteban ya sabe dónde afinar, de manera que mientras llegan los refuerzos alegrémonos pero en su justa medida. El Nano siempre va a poner algo más de lo que da el coche, pero le hemos visto morder el polvo y cuando todo se mueve en centésimas y milésimas, un traspiés también entra en la nómina.
No me extiendo. Hoy por hoy Alpine es la séptima escudería de la parrilla pero debe comenzar a pensar ya en desembarazarse de Aston Martin y Alpha Tauri. No va a ocurrir ni este fin de semana ni el siguiente, pero para septiembre este flanco debería estar limpio de estorbos y de minas. Alonso y Ocon hacen una estupenda pareja, su coche va en la buena dirección y Enstone se está dejando lo que no está escrito en conseguirlo. Soy optimista en este aspecto, pero queda suficiente trabajo por delante como para que nos tomemos el trayecto con cierta filosofía. Vendrán días buenos y malos, pero, como decía antes: lo importante es el cómputo global.
Os leo.
1 comentario:
'Dia a día, coronel Truman, día a día...'
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