sábado, 1 de julio de 2017

Ferrari en la picota


Hay gente a la que la palabra «deporte» le viene demasiado grande. No quiere que sus ídolos compitan, sólo aspira a que venzan, incluso a cualquier precio.

Por fortuna no todo vale, ni siquiera en Fórmula 1, ni siquiera en Ferrari, y lo menciono ahora porque lo más lamentable de la hazaña protagonizada por Sebastian Vettel el domingo pasado en Azerbaiyán, es que afecta a La Scuderia apuntando a su delicada línea de flotación.

Si no hubiese escrito las líneas que dediqué el invierno pasado al W08 de Woking y al SF70-H de Maranello, tal vez aceptaría que el coche italiano es claramente inferior al anglo-alemán, pero las escribí, y en base a ellas puedo decir bien alto que el vehículo rosso no sólo está parejo al de Mercedes AMG, aunque obviamente desde planteamientos diferentes, sino que en muchas de sus cosas es maravillosamente superior, por ejemplo en el cuidado de las gomas, lo que ha llevado al enemigo a evolucionar rápidamente su diseño original, circunstancia que, no es por nada, está permitiendo al tetracampeón del mundo mantenerse al frente de la clasificación de pilotos en la actualidad mientras alejamos lo posible la espada de Damocles de la fiabilidad.

Pues bien, todo esto se iba al carajo hace seis días y el lunes que viene podría irse aún más lejos. 

Tocaba ser inteligente en Bakú, calcular si el remedio era mejor que la enfermedad, recordar que no se es más hombre de equipo por encender el primero las luces del garaje y apagarlas el último, sino por ser responsable con lo que uno lleva detrás, que en el caso de la de Il Cavallino siempre es mucho, y aquí, el de Heppenheim falló estrepitosamente en cometido tan sencillo.

Y lo dices y se te viene encima esa turba de neonatos que llaman alonsada a cualquiera que les diga a la cara que por ponerse una avatar con la imagen de Niki Lauda no dejan de ser una banda de críos a la que le faltan varios hervores. Que colapsan si les recuerdas que a Michael lo descubrió el pérfido Briatore y que fue el yuyu de tanga de leopardo quien enseñó al alemán a ser quien fue más adelante, que en Benetton consiguió sus dos primeros títulos mundiales y que el de Kerpen prefirió malgastar sus últimos días como conductor de elite vistiendo de plata que de rosso squadra...

Demasiadas veces me pregunto por qué hay que soportar a tanto gilipuertas por centímetro cuadrado. Sebastian ha comprometido con su estupidez un verano imprescindible para las aspiraciones de Ferrari, y admitirlo no te hace menos tifoso.

La Scuderia tiene su Talón de Aquiles en la fiabilidad y necesita como agua de mayo cada punto que sea posible cosechar hasta que lleguen los refuerzos. Red Bull se nos echará encima más pronto que tarde. Lo último que nos hacía falta ahora era perder una o dos carreras a cuenta de comprobar si la herramienta de Vettel es más grande y lustrosa que la de Hamilton...

Ferrari está en la picota en estos instantes y si perdemos el campeonato será, entre otras cosas, por culpa de Sebastian y sus excesos de testosterona mal gestionados, y a uno, que ya está entradito en años, sólo se le ocurre pensar en qué hemos hecho los tifosi para merecernos un episodio tan ramplón como cutre cuando lo teníamos todo para sacar definitivamente la cabeza del hoyo.

Os leo.

4 comentarios:

enrique dijo...

Hay una cosa del deporte actual que me aleja de las tertulias de bar o los foros de nuestra red; es la imperiosa necesidad de identificarte con un equipo, piloto, futbolista, baloncestista.., y no poder criticar a tu idolo o equipo. Nunca me encuentro cómodo en ningun bando.

iñaki dijo...

Como bien comentas algunos no eran tiffosos en los 21 años de sequía de Ferrari, y no entienden que la F1 no empezó con Schumacher vestido de rojo ni con Alonso quitándole su trono. Algunos lloramos al ver ganar a Alesi en Canadá en el 95, entendimos a un gentleman como Hill saldando cuentas con su legado familiar, a un finlandés como Mikka defendiendo una estirpe de pilotos nórdicos y hoy deseamos ver ganar a Alonso con las pérfida McLaren. Tanta chorrada de bandos ya aburre

DeLorean dijo...

"Ferrari está en la picota en estos instantes y si perdemos el campeonato será por culpa de Sebastian y sus excesos de testosterona mal gestionados"...
Disiento. Es decir, que si Sebastián consigue vencer por fin con Ferrari y derroca al mejor coche de la historia... será porque el Ferrari es mejor coche. Y si pierde, será únicamente por lo de Bakú. Que no tenga escudero, que le hayan matado con estrategias vanas o rompiéndole el alerón sin miramientos no entrará en la ecuación? Y los carrerones anteriores (o futuros) donde, o ha ganado o ha quedado segundo consiguiendo más del 80% de los puntos disputados hasta ahora, qué hacemos con ello? Mmmm... Cada cual con sus filias y sus fobias, que me parece bien, pero hasta ahora VET está siendo el mejor piloto en pista (votado más veces como el "piloto del día"), sin ser el que más poles tiene (el Mercedes a una vuelta es superior) y con un coche en el que su compañero, sintiéndose cómodo, está a más distancia que ningún otro compañero. Uno no es tan bueno como su última carrera y afirmar tal cosa, por muy molesto que estés (como buen ferrarista que eres, hasta demasiado tifoso diría yo! XD), sería como afirmar que si Ferrari no ganó en 2010 fue por culpa del exceso de testosterona de ALO en la salida de China... Aunque Seb te parezca un piloto de tres al cuarto, en mi opinión ya lo tienes sentenciado tanto en la gloria como en la derrota, obviando que precisamente está compitiendo con uñas, dientes y a bocados (mal entendidos o no) para sacar Ferrari adelante, cuando nadie, ni Turrini siquiera, daba un duro por vosotros (yo no soy tifoso XD ). Veremos la sanción, pero no cambio estás 8 carreras por las 8 primeras de 2011, y al fin y al cabo, como bien apuntas, no solo se trata de vencer, no? También hay pasión, ambicion, errores fruto de ambas y a veces... hasta perdiendo también se gana.
Un saludo :)

Tadeo dijo...

Amém Jose, sobre todo en la falta de hervores.

Saludos