A lo campeón

Mientras gurúes y analistas a pie de pista buscan explicar cómo es eso de que los dos McLaren hayan terminado en los puntos cuando nadie daba un céntimo por ellos a comienzos de año, me disponía a escribir el Informe de Avances de Hungría consciente de que mi trabajo en este apartado está prácticamente hecho y que a partir de Bélgica, ya os indicarán otros —seguramente estos mismos—, cómo Woking ha llegado hasta aquí y cómo lo que era negro en febrero se ha tornado medio blanco a finales de julio.

En fin, tenía la imagen de entrada y el esbozo de lo que al cabo publicaré mañana, pero al final me he dicho: habla de Lewis, coño, que hace mucho que no le dedicas cariñines...

Y sí, hoy hay que hablar de Hamilton antes que nadie porque su gesto para con Bottas es propio de alguien maduro que tiene fuerte autoestima y una buena seguridad en sí mismo, tres valores que en un Campeón del Mundo lo hacen más grande si cabe, y que en el caso que nos ocupa, hay que admitir que no son habituales en el de Tewin.

También hay que aceptar que Mercedes AMG sigue haciendo las cosas inmejorablemente [Luces y sombras], y sí, Lewis ha dejado escapar 3 puntos frente a Vettel, pero ha ganado un aliado por si de aquí a que termine todo en Abu Dhabi hace falta forzar la tuerca. Y ¡qué demonios!, ha hecho lo que cualquier buen líder hace con su más fiel gregario, lo que delata que además de ser un tipo que no se arruga siendo generosote cuando toca, el británico ha perdido el miedo a enfrentarse a su destino en lo más jodido del campeonato.

Entre lo que le birlaron Sebastian y Charlie en Bakú y lo que ha cedido en Hungría a su principal rival aceptando que en justicia debía llegar cuarto a meta, Hamilton queda a 14 puntos del de Ferrari antes de las vacaciones, pero lo hace a lo campeón, circunstancia que me apetecía resaltar porque estas cosas se dejan, se dejan, y acaban olvidándose.

Os leo.