¡Vaya, no ha habido suerte!

Pensaba ingenuamente que esto de amar ortodoxa y apasionadamente nuestro deporte pasaba porque en igualdad de condiciones, se juzga a todos los pilotos por igual, pero está visto que Rosberg es distinto.

Los titulares a estas horas hablan de remontada épica de Hamilton, de que Hamilton minimiza los daños en Spa pero sale reforzado para Monza, de que Hamilton sólo cede 10 puntos y de que Hamilton bla, bla, bla...

El caso es que ayer y en las horas previas de la carrera, también se hablaba de Lewis, aunque edulcorando la situación que previsiblemente iba a vivir hoy en tierras belgas, en base a que a Rosberg se lo iba a comer crudo Verstappen en la salida, en que Rosberg a lo peor sucumbía a la presión, en que Rosberg no podía permitirse fallar y en que Rosberg bla, bla, bla...

Bueno, pues Nico ha hecho una maravillosa salida y para cuando a su espalda se han comenzado a repartir boinazos como panes, él salía cómodamente de La Source y enfocaba Eau Rouge y Le Raidillon.

Max no ha supuesto ningún problema. La arrancada del alemán de Mercedes AMG lo ha pillado por sorpresa y para cuando se ha querido dar cuenta los dos Ferrari lo habían desbordado. Luego... Bueno, ya sabemos lo que ha pasado más tarde, pero como disponemos de una semana hasta el Gran Premio de Italia y mañana hay SafetyCast, con vuestro permiso os ahorro algunas opiniones porque a lo peor me hace falta munición por falta de tiempo.

En fin, a lo que íbamos. Rosberg ha firmado una buena salida y luego ha hecho lo que hacen siempre los W07 cuando van en cabeza: gestionar la ventaja, porque llámese Lewis o Nico el conductor, una flecha de plata abriendo la comitiva siempre se dedica a gestionar la ventaja y a jugar con sus rivales.

Le pasó a Hamilton en Silvertsone incluso con ayuda del Safety Car y vio el Altísimo que era bueno, así que no entiendo por qué el Supremo resulta a estas horas tan cicatero con un piloto que ni ha sucumbido a Verstappen y los superblandos de su RB12, ni ha sido presa de la enorme presión que recaía sobre sus hombros, y que además, ha vencido con autoridad en uno de los circuitos más complejos del Mundial, limando de paso al líder de la general nada menos que 10 puntitos.

Ganar en Spa-Francorchamps se suponía hasta anteayer que era la polla de Bedoya. Pero ha sido que lo haya conseguido Nico Rosberg para que parezca una cosa sencilla si conduces una máquina de Brackley. La remontada que ha protagonizado Hamilton con el mismo misil no, por Dios, que todavía hay clases.

Así que agradecería que la prensa y los gurúes se quitasen la careta al menos por unas horas, y titulasen sus crónicas y columnas y artículos de opinión con un sucinto ¡Vaya, no ha habido suerte!, más que nada por evitarme el mal trago de tener que explicar a cuanto imbécil se me pone a tiro afirmando que en España se odia a Lewis Hamilton desde 2007, que no hay país sobre la Tierra que quiera tanto al hijo de Anthony y Carmen como el nuestro, y que incluso yo, en días como hoy, soy capaz de rendirme a sus pies por sus logros sobre la pista sin necesidad de humillar al único piloto que le hace temblar de miedo.

Próximo episodio: Monza. Pirelli dulcificará las presiones de sus gomas y el camber. El enemigo a batir por Mercedes AMG será Ferrari y a lo mejor vuelve a ganar Nico. No sé, ¡quién sabe?

Os leo.