Aprovechando que estos días ha habido barullo mediático para dar y tomar y que la Fórmula 1 languidece con el Dakar todavía en danza, aunque Carlos Sáinz cayera en combate —a ver si estos próximos días toco la maldición que afecta siempre a los que lo arriesgan todo—, me he entretenido poniendo al día mi videoteca de carreras, reencontrándome con los lapiceros y los pinceles, limpiando de archivos inservibles el ordenador, leyendo aquí y allá fundamentalmente sobre nuestro deporte, aunque básicamente, todo ha consistido en recuperar fuerzas durmiendo como un jabato mientras mi costillar vuelve a estar como instantes antes del estornudo fatal.
Obviamente, cuatro días dan para mucho y puesto que el blog ha respondido estupendamente —por primera vez no hemos bajado en la primera quincena de enero de 1.000 visitas diarias, como sucedía otros años—, también he estado dando vueltas a determinados aspectos de nuestro entretenimiento que lo convierten en un rico caldo de cultivo, donde incluso cabe discutir hasta el agotamiento sobre el sexo de los ángeles.
No voy a hablar hoy de si los ángeles tienen colita o no aunque a lo mejor me meta con ello en las próximas fechas. Tampoco de si es racional, que no me lo parece, ya aviso, que revisitemos las temporadas pasadas buscando la comparación más ramplona con la actualidad, o arañando comentarios y declaraciones con tal de afianzar posiciones pero saltándose siempre y a la manera de Dick Fosbury, el espinoso aspecto técnico de la cosa, cuando este más que otros, ha sido el ámbito que más importancia ha tenido en el modelado de nuestro deporte tal y como lo conocemos y si no, que se lo pregunten al Michael Schumacher posterior a su retorno.
Es lunes tempranito y me apetece zambullirme en la tontería que se ha montado alrededor del nuevo desembarco de Honda en El Circo, y no tanto por la cacicada de la FIA en el tratamiento deportivo previsto para la nipona en 2015 [¿Que qué pienso?], sino más bien, para preguntarme en qué coño andaba pensando la de Arai-san cuando decidió meterse en todo este sarao sin las debidas garantías.
Y es que esto es un enorme negocio donde se mueven toneladas de dólares —al menos eso se nos dice para justificar que sucedan determinado tipo de cosas incomprensibles incluso para las autoridades de la competencia europeas—, y como tal, pienso quizás ingenuamente, cualquiera que quiera intervenir en él debería hacerlo tras haber estudiado detenidamente, tanto el reglamento técnico como los pespuntes legales, ya que la inversión será sin duda muy alta y la ortodoxia presupone que siempre hay que protegerla.
También conocemos de qué pie cojea la Federación y cómo le gusta que la traten —casi se diría que como afirmaban los detractores de la emperatriz china Wu Zetian que la señora imponía por protocolo a los embajadores y dignatarios extranjeros—, razón de más en todo caso, para que Honda hubiera medido mejor sus pasos con tal de evitar verse cazada como un vulgar conejo.
Y aquí os juro que no lo entiendo, ni siquiera contemplando que el asunto todavía no está cerrado. ¿Qué hubo, solo un apretón de manos durante los postres de una comida de negocios? ¿El acuerdo preliminar se selló a boli sobre una servilleta que se perdió posteriormente...?
Ahí lo dejo. Tened buen lunes, os leo.
4 comentarios:
Unpowered by maFIA :)))
Pilot es una marca japonesa de artículos de escritura, entre otras cosas, y uno de sus novedosos productos estrella entre los más jóvenes (y los menos que lo van descubriendo para sus "cosillas")es el Frixion, que tiene una tinta que desaparece cuando la calientas por fricción. Pues con Bernie Ecclestone y sus acólitos hay que tener muchísimo cuidado, porque seguro que sus contratos están escritos con tinta de esa. Parece mentira, que siendo japoneses...
Saludos!
Hablas de que ha hecho Honda para proteger su inversión, mientras, Bernie nos cuenta como lo hace otro de sus compañeros de viaje en McLaren: "Cuando firmé el contrato para tener una carrera en Baréin, me dí la mano con ellos y prometí que no habría otra carrera en la zona a menos que ellos estuvieran de acuerdo."
Luego Bernie nos cuenta lo Abu Dabi y lo de Qatar. Habría estado ya genial si hubiera continuado explicándonos como protegieron su inversión los bahreiníes cuando ampliaron su participación en McLaren al quedarse con la de Mercedes. Porque si él "ayudó" a Mercedes a encontrar un comprador para unas acciones a las que la FIA había puesto fecha de caducidad seguro que podría contar cosas interesantes. Hemos visto que no les importa poner más pasta que nadie siempre que ello les asegure una posición de poder que garantice su inversión, ¿cuales fueron las garantías en ese otro caso? ¿Quizás tener al propio Bernie como gestor (como en el contrato Ferrari-Vettel)? ¿Podría explicarnos el juego de póquer que se traían los accionistas de McLaren durante 2014? ¿Y acaso podría tener esto algo que ver con la sorprendente vuelta que le han pegado al reglamento de motores justo después de que Honda llamara a la mesa, con la mano llena de billetes, queriendo sumarse a la timba?
¡Ay! Si todos tuviéramos una bola de cristal el póquer sería un juego imposible.
¡Saludos al anfitrión y a los invitados!
Hola Jose,
La FIA imagino que tuvo en algún momento "La Cizaña" como manual de estilo. Luego corrigió el fantástico humor de Goscini y trazos de Uderzo y con estupefacientes y estupidifacientes lo dejó en mala ostia. Bueno, en cualquier caso con haber dicho que en 2015 los motores tenían que homologarse TODOS antes de, por ejemplo, la tercera carrera y, a partir de ahí, permitir a TODOS evolucionar un porcentaje, ya hubiera estado. Con lo que a parido se puede decir de todo menos que no dará que hablar. Son la poya.
Un saludo a todos,
ABB
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