Disfrutemos mientras podamos

El excelente comienzo de temporada de Lotus, escudería que tanto en el apartado humano como mecánico parece haber alcanzado un indiscutible equilibrio que le está permitiendo disputar el sitio a equipos sobre el papel mucho más fuertes, como Red Bull, McLaren y Ferrari, no deja de suponerme un bonito ejemplo del factor determinante que tarde o temprano intuyo que tendrá el presupuesto.

El dinero manda, y en F1 casi más que en cualquier otro lugar, de manera que ante una sesión tan abierta como la que estamos disfrutando en 2012, la posibilidad que tienen varias escuderías de seguir acariciando ambos títulos, como decía más arriba, tarde o temprano obligará a que el talonario haga acto de presencia hasta decantar la balanza a uno u otro lado.

Lotus me interesa porque me sorprende. La descarté sin duda precipitadamente pues el E20 me parecía una consecución ramplona del R31 de Lotus Renault. No supe ver que la aerodinámica, este año, ha perdido fuelle en esa ecuación que pasa ahora mismo por rentabilizar los neumáticos durante la carrera. Me pasó también con McLaren, lo que no es óbice para que toque plegarse a las numerosas evidencias que señalan el camino propuesto por la de Enstone como uno de los más atinados.

No obstante, la evolución de la temporada marca el paso, y por ello barajo la posibilidad de que a Lotus pueda pasarle factura la posición de protagonista que ocupa, sencillamente porque no dispone de tanto músculo económico como sus inmediatos rivales.

Es pronto para descartarla y no voy a hacerlo, entre otras cosas porque muy podría ocurrir que siendo razonablemente pequeña o no tan grande como otras, Lotus se muestre capaz de gestionar sus limitados recursos para seguir plantando cara a la escuderías más potentes, como ha venido haciendo hasta ahora mismo. Pero también pienso en que su presupuesto, a todas luces mucho más límitado que el de Red Bull, Ferrari o McLaren, por supuesto que Mercedes AMG, la esté sirviendo exclusivamente para afinar el monoplaza y prever algunas evoluciones, mientras doy por seguro que en Woking, Milton Keynes, Brackley y Maranello, además de para lo mismo, el dinero estará siendo utilizado también para explorar alternativas y novedades que sirvan al menos hasta que toque arrojar la toalla o cantar victoria.

Al fin y al cabo, en la F1 siempre ha imperado la ley del más fuerte, y no sólo en la pista. En este escenario que temporada tras temporada se ha venido reafirmando, Lotus no dejaría de ser un convidado de piedra con derecho a frase, toda vez que sus recursos tienen muy poco que ver con aquellos que tienen a su disposición las divas y los divos tradicionales. 

Así las cosas, llegados al punto de sopesar la chance de la de Enstone de cara al campeonato, conviene contar también con el tamaño de su caja de caudales, y es aquí donde veo su auténtico talón de Aquiles, porque intuyo que tarde o temprano Lotus alcanzará su propio límite presupuestario, momento en que será víctima inevitable del sorpasso de los que tienen más pasta y pueden utilizarla para apostarla antes y durante, y sin duda para lo que haga falta, incluso para cometer errores y salir ilesos de ellos.

Ley de vida, diría alguno. En todo caso, que mis augurios no nos empañen la fiesta, Lotus está soberbia y hay que disfrutarla al menos hasta que se pueda.