The Crimson Permanent Assurance

Ando con día reventón, como siempre que tengo días reventones, no sé si me entendéis. Días en que miras a los lados y prefieres cerrar los ojos y pensar en la playa de Arrigunaga, en la soledad de un amanecer cualquiera, tranquilito, solitario o para dos, a poder ser al comienzo de la primavera, con el agua y la arena anegadas de luz dorada.

Sí, llevo encima un día algo reventón, de esos que te hacen maldecir por lo bajito porque no encuentras tablas a las que asirte ya que intuyes que hay quien teme llegar a casa porque puede haber mal rollo y no va a encontrar modo de buscar un ratito, o desepera ante la intuición de una mala carta apremiante, o de un alguien que sufre porque a su hijo, hoy, le ha certificado algún psicólogo que es un reloj desacompasado.

Tengo un amiguete que decía que de ser atropellado prefería serlo por un Mercedes que por un 600, y razón que llevaba, porque mi Felipe yace en el hospital por culpa de un puto muelle y no lo merece, no se lo merece nadie. También leí hace tiempo a alguien que decía que a los seis años le habían dicho que era un fracaso escolar y se quejaba, porque seis años no es tiempo para cosas tan graves, argumentaba, y razón que llevaba, porque mi Felipe a punto está de no poder seguir adelante cuando recién acaba de descubrirse como un jabato, como un peleón bueno que buscaba su propio mundo en el interior o al lado del de los otros, tras años de haber soportado que le llamaran insulso, segundón y marrullero.

Me duele mi Felipe y he tardado tres días en poder hablar de él. Pero me duele también tanta idiotez como campa por los suelos del puñetero mundo donde habitamos; y me duele este deporte y cómo nos lo están dejando, porque al paso que vamos no lo va a seguir ni el tato y se me ponen los pelos de punta pensando en la cantidad de chorradas que me va a tocar leer o escuchar de aquí a que se celebre el G.P. de Europa [Valencia].

Estoy convencido de que Fernando correrá en la capital valenciana, de que se buscará una salida digna a todo este embrollo, de que todo volverá a ilusionarnos en un par de semanas, pero es muy cansino y tedioso, incluso rocambolesco con una Rita Barberá intentando mediar al más puro estilo político y bien parido, y aprovecho para hacer mías las palabras del compañero Martín Herzog porque las ha clavado.

Pero como siempre, o como nunca, ya que soy poco dado a videos (salvo el que hizo R74 para homenajear al Nano, suelo tirar de imágenes fijas, como bien sabéis), hoy me apetecía levantar el ánimo aprovechándome de la creatividad ajena, y qué mejor que cerrar la entrada con una obra maestra de los Monty Python (ingleses de los que me gustan), porque la esencia de la misma es muy apropiada y porque hoy me siento viejo pero con muchas ganas de guerra, algo reventón, decía, y si me permitís la expresión, porque todos los aficionados somos un poco como los integrantes de la Crimson Permanent Assurance en su última y rebelde aventura contra lo establecido.

PD: Hoy es 12 de enero de 2013. En una revisión rutinaria he descubierto que el video aludido en la entrada ha sido borrado de Youtube, así volvemos a los fundidos en blanco y a las fotos fijas. Disculpad las molestias.