Sorprendió la presencia de Carlos en el Gran Premio de Arabia Saudí, convaleciente todavía de la operación de apendicitis a la que fue sometido horas antes. Hablamos de precipitación, de que no hacía falta exponerse al riesgo de una complicación, incluso de que tal vez los patrocinios o cualquier gabela que tienen contratada los pilotos...
Hoy hemos podido constatar que no se presentó en el Jeddah Corniche por nada de lo que imaginamos hace quince días, sino para echar un pulso a Vasseur y decirle con su presencia que Bearman únicamente lo iba a sustituir una vez, y ni soñara con dar más aire a Leclerc que el imprescindible.
Os leo.
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