sábado, 18 de junio de 2022

Retorno a Nunca Jamás [Roberto Pose]

En unos meses estarás ciscándote en todos mis muertos, lo sé, como Jordi y yo nos ciscamos en los tuyos aquel lejano domingo de 2017, hace ahora cinco años exactos, en que decidiste sin consultar a nadie que nos dejabas como recuerdo un cronómetro cuyo cristal y agujas rotos iban a congelar el paso del tiempo a partir de aquel instante...

Suena Your day breaks / Your mind aches / You find that all / Her words of kindness / Linger on / When she no longer needs you, y me ha dado por pensar en lo que quema la vida cuando pretendes ser buen padre y sacar adelante a la familia no te deja, en lo que supone querer con todo el alma a tu mujer y llegar rendido a casa; en definitiva: en lo que significa ser San Miguel entre arcángeles los lunes por la noche y pasar el resto de la semana pareciendo un vulgar mortal.

Quiero dedicar estas líneas a quienes te conocimos, te quisimos en vida y seguimos extrañándote. A Marietta, a Jordi, Leo, Bernardo, Germán, Antonio, Mariela y María Londres; a Joserra, Charly y Ramiro, y a tantos como oyen ahora tu nombre y desconocen que fuiste el eje de la Liga de la Justicia, un ser esencialmente bueno que lo mismo buscaba dinamitar la escaleta del GPCast —íbamos delante en la programación, a ver, el caramelo era demasiado dulce—, que se dejaba las entrañas porque el SafetyCast pareciera un remanso de paz.

También pretendo dedicar estas palabras a tus seres más queridos, los que te disfrutaron más y mejor, nomás porque no olviden que te tuvieron a su lado, que formaste parte de su existencia a pesar de pecados, virtudes y cansancios, y desde luego te escribo por ahuyentar mis propios fantasmas y miedos, y aliviar algo de carga por aquello de que un home é un home, un gato é un bicho e unha muller un capricho, y porque tuvo que ser una pluma blanca caída a sus pies, la que advirtió a José Ramón de que te habías ido sin boleto de vuelta.

La pista anda realmente jodida, para qué vamos a engañarnos. El Nordschleife no parece hoy estar para bromas, pero qué supone eso para un tipo que apostaba jamones y los perdía, con tal de ver cómo disfrutabas cortándolos. Nürbu baja el tono ya que morir es un poco volver al inicio. Sesenta en julio y el resto será pan comido para antes de Nochevieja, porque nadie nos lee como antes y nunca ha sido el arco ni la flecha sino el arquero; porque, Rober, estuviste a mi lado y la F1 sigue jodiendo al Nano y cinco años después continúo sintiéndote tan y tan cerca.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Como te pudiste marchar Rposep sin decirnos hasta pronto?
En Safety-car, te echamos de menos, hermano.....

Amperímetro
No se porque, no me loga google.

Astoraka dijo...

Josete fue duro perder a Robert, así, de repente. Era el alma mater del Safety Car