Noche de ánimas y Toyota

Estamos de enhorabuena, creo, he cubierto los huecos debidos en la franja horaria prevista y, en el momento de escribir estas líneas puedo decir que este viejo dinosaurio, que se acerca a la marca de 6.500 entradas, sigue divirtiéndome mientras me sirve para echar el ratito y ahuyentar fantasmas, y lo que parece más importante: continúa permitiéndoos disfrutar a vosotros...

Ayer, en las 6 Horas de Bahrein y a falta de una prueba para finiquitar el Mundial, Toyota conseguía su tercer título consecutivo en Resistencia y el de pilotos se quedará en casa, casi con total seguridad en manos de la tripulación del 7, que fue la que ganó en Sakhir. 

Y a estas horas nadie ha cogido por las solapas a nadie, pero el WEC, sin Alonso, ha perdido feeling para los apasionaditos y los amigos de las exclusivas y el me han contado o sé de buena tinta, porque para ellos no hay salsilla pedreroliana sin el asturiano. Dieron la turrada en 2018 y 2019 y hoy andan reclamando más cultura, pero que la trabajen otros, no sea que ellos se deslomen intentando ser productivos más allá de repetir mantras en sus homilías en redes sociales.

En fin, seguimos en la brecha, se acaba octubre y mi amiga Maria Villar nos recuerda que por aquí llamamos a esta noche «Gau baltza» o «Arimen gaua», que más o menos significa Noche de Ánimas porque la tradición cristiana tira mucho y ya se sabe. Y bueno, a esta memoria ancestral me remito para celebrar que, gracias a Dios, no me van a faltar asuntos que tratar a partir de mañana.

Sed felices, pero no machaquéis demasiado a los críos con el asunto del Halloween. Yo viví en primera línea de fuego la muerte de la madre de Bambi y aquí ando, sobreviviendo en el lado oscuro de la Fuerza.

Os leo.