Como mencionábamos anteayer, este año la montonera va a estar movidita unas cuantas carreras más [Pronóstico en Fa sostenido], razón por la cual, vamos a hacer una valoración con respecto a los pronósticos de marzo sobre la situación que atraviesa cada uno de los integrantes de este selecto grupo, y supeditaremos los respectivos pronósticos a lo que suceda desde el Gran Premio de Bélgica al de Turquía, que será cuando veamos mejor quién ha aguantado el tirón y quién ha tirado la toalla.
Y bien, ya metidos en harina vamos con la séptima clasificada provisional, Aston Martin, que si bien cumple a rajatabla lo estimado en marzo [Errando el tiro (Aston Martin)], a mi modo de ver ocupa plaza en un lugar bastante menos noble que el merecido por prestaciones, independientemente de la descalificación de Sebastian Vettel en Hungría o el abandono de Lance en Azerbaiyán, etcétera.
Como dijimos entonces, el AMR21 es un coche cuya concepción no pisaba suelo. Obviamente no está para pelearle a McLaren la tercera plaza del Mundial, como se prometía Lawrence Stroll, ni para superar a Ferrari, pero tampoco anda como para estar detrás de Alpha Tauri tras once carreras. Siendo justo diría que sólo está para ser sexta a la salida de Abu Dhabi, pero prefiero dar a la de Silverstone el espacio de cortesía que merece a estas alturas de la temporada, aunque no sé cuando escribo estas líneas si será capaz de aprovecharlo.
Dicho esto, cuando adaptas un monoplaza con filosofía de puntero a un entorno con menos aire limpio, en el que va a rodar casi siempre rodeado de rivales, suele ocurrir que lo has convertido en un trasto sumamente delicado y suceptible de sufrir innumerables imprevistos, como la pérdida de la zaga en el auto de Vettel durante el Gran Premio de Gran Bretaña, por ejemplo, circunstancia que puede llevar a exageraciones como las esbozadas por el propio Stroll jr. en Styria [Lance Stroll se lamenta del pobre rendimiento de Aston Martin].
El rendimiento del AMR21 es el que es, aquella vez en un entorno para el que no había sido diseñado, y en consecuencia, habrá carreras más adecuadas y otras donde saltarán los costurones, porque, en realidad, éste es el auténtico Talón de Aquiles de Aston Martin: carece de continuidad, lo que siembra de negros nubarrones su futuro de aquí a que concluya la campaña 2021.
Mi pronóstico es que tirará como pueda hasta finales de septiembre y luego se centrará en el coche de 2022. No la veo para pillar o superar a Alpine —menos para medirse de tú a tú con Ferrari o Mclaren—, pero sí para dejar atrás a Alpha Tauri y certificar la sexta plaza.
Os leo.
1 comentario:
Aire limpio?. Debes explicarte , porque hay gente que no lo entiende . Salir primero con aire limpio es un segundo y el escudero . El buen escudero debe de hacer el trabajo para que el primero tenga aire limpio durante toda la carrera.
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