Es pronto para dejarla como penúltima clasificada, pero Alfa Romeo ya lo es en pleno parón veraniego, y mucho me temo que le va a costar salir del atolladero porque a Hinwil se le lleva notando un par de carreras, o tres, que está perdiendo el buen tonillo que mostró a comienzo de temporada.
Por fechas, mayormente, pienso que el C41 está entrando en la parte final de su vida útil y que va a tirar con lo puesto hasta Abu Dabhi. Frédéric Vasseur ya había esbozado este momento y con bastante antelación, allá como a inicios de marzo [Nos centraremos muy pronto en 2022], lo que nos pone en que se está siguiendo la hoja de ruta marcada en la suiza, como por otro lado ha sido costumbre tanto en Sauber como desde 2019 en Alfa Romeo a secas.
En su día supedité que pudiera repetir la octava posición en el Mundial de Constructores al comportamiento de la de Grove [Reseteo (Alfa Romeo)], y el transcurso del tiempo ha venido a darme la razón. Hinwil no ha estado para muchos fletes en 2021 y no ha sabido (o podido) despegarse de la cola, de manera que en el primer golpe de suerte que ha tenido Williams —con matices, ya hablaré de ello en otra entrada—, ésta se ha puesto octava de un golpe, relegando con ello a Alfa Romeo a quedar delante de Haas con 3 puntos, nada más y nada menos.
Mi pronóstico es pasapalabrero. Como tampoco es que Alfa Romeo se haya dejado los piños intentando salir del hoyo, en este sentido, parece justo que Williams le haya robado la cartera en el momento en que el C41 ha mostrado sus debilidades. Ha sido en Hungría pero podía haber ocurrido en cualquier otra carrera de las que quedan. El coche suizo tenía un recorrido X, se ha cumplido el objetivo, toca centrarse en el monoplaza del año que viene, y la antepenúltima plaza tampoco es un mal sitio.
Os leo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario