Confieso que soy muy escéptico con Pirelli porque prácticamente se las he visto hacer de todos los colores desde que aterrizó en la Fórmula 1 en 2011, y aunque con Mario Isola mantengo mejor feeling en la distancia que con el infausto Paul Hembery, me ha dejado bastante frío el anuncio de que la italiana prolonga hasta 2023 su estatus como proveedor único de compuestos para nuestro deporte.
Era de esperar, primero de todo. Después de que Michelin declinara jugar al juego propuesto por la FIA [El no de Michelin], se antojaba meridianamente claro que la oferta para ser suministrador único de la F1 tenía perfil Pirelli y ni Hankook iba a conseguirlo, como así ha sido.
Pero hoy no me apetece hablar de la milanesa en términos de producto, ni resaltar que prácticamente nos hemos quedado sin carreras en agua porque los pilotos no confían en sus gomas para mojado, o que duran lo que no está escrito y, al parecer, la temporada que viene van a durar más todavía, sino del impacto que tiene que un proveedor se consuele en el statu quo habiendo firmado por cinco años más.
Para ponernos en contexto ahí van tres estractos de tres declaraciones 2011, 2017, y la última de hace tan sólo una semana: (1) «Ya hemos dicho que nuestro objetivo han sido siempre tener dos o tres paradas. Y en esta temporada hemos tenido un buen número de carreras con dos paradas, y una o dos carreras con cuatro paradas...» [Pirelli quiere forzar a los equipos a utilizar el compuesto más duro disponible]. (2) «Creo que tres paradas es demasiado, porque sabemos que puede ser confuso tener tantos pit stops. Intentamos hacer la elección para tener dos paradas o para que una de las estrategias más rápidas sea la de dos paradas...» [Pirelli cree que las carreras de F1 en 2018 serán a dos paradas]. (3) «Por lo que aceptando que las carreras son a una sola parada, sería mejor optar por estabilidad, y que los equipos pudieran tirar al máximo todas las vueltas. Básicamente, lo que ya hubo en los dos últimos años de Pirelli...» [Pirelli predice pocos cambios estratégicos en 2019].
Me quedo con lo de «aceptando que las carreras son a una sola parada» en referencia como justificación para lo que viene en 2019, porque como se puede leer en las intenciones de 2017 para 2018, entonces se buscaban dos cambios, no uno, como ha sido la norma durante esta temporada.
No le falta razón a Isola cuando afirma que la culpa del actual estado de cosas no es sólo de Pirelli, faltaría más, pero se le olvida que la fábrica milanesa hace ruedas para el show y, sobre el papel, ésta ha sido la razón por la que Michelin se retiró del concurso y ella ha resultado elegida como proveedor único. Es decir, la culpa no es del Maestro Armero porque a la hora de la verdad, es la italiana la que impone este tipo de escenarios produciendo unos neumáticos que duran y duran más que las pilas del conejito Duracell.
Carrera a carrera vemos cómo equipos y pilotos escogen mayoritariamente los compuestos más blandos en detrimento de los más duros —sin ir más lejos, la italiana retiró los hard el año pasado porque no los quería nadie [Los pilotos convencen a Pirelli: no habrá neumáticos duros en Silverstone] y [Pirelli anuncia los neumáticos para Bélgica y Japón 2017]—, pero en vez de seguir este criterio vamos en sentido contrario, y como las pruebas son «a una sola parada», para 2019 endurecemos un poquito más los compuestos por aquello de ofrecer estabilidad...
Hablemos claro: se avecina un cambio de reglamento que teóricamente pretende dar más oportunidad a los adelantamientos, lo que conlleva una mayor exigencia a las gomas en aceleración y frenada, para que nos entendamos, y Pirelli, endureciéndolas, se la coge de nuevo con papel de fumar para evitarse marrones, como ya sucedió en 2017, mientras apuñala el espíritu de la nueva normativa porque se prevé que con el nuevo esquema aerodinámico los coches pierdan un poquito de velocidad...
Y bueno, llegados a este punto me pregunto: ¿si no quieres riesgos para qué coño estás en Fórmula 1, la que dicen que es la máxima expresión del automovilismo deportivo y el mejor escaparate donde mostrar la excelencia de tu producto...?
Os leo.
Pero hoy no me apetece hablar de la milanesa en términos de producto, ni resaltar que prácticamente nos hemos quedado sin carreras en agua porque los pilotos no confían en sus gomas para mojado, o que duran lo que no está escrito y, al parecer, la temporada que viene van a durar más todavía, sino del impacto que tiene que un proveedor se consuele en el statu quo habiendo firmado por cinco años más.
Para ponernos en contexto ahí van tres estractos de tres declaraciones 2011, 2017, y la última de hace tan sólo una semana: (1) «Ya hemos dicho que nuestro objetivo han sido siempre tener dos o tres paradas. Y en esta temporada hemos tenido un buen número de carreras con dos paradas, y una o dos carreras con cuatro paradas...» [Pirelli quiere forzar a los equipos a utilizar el compuesto más duro disponible]. (2) «Creo que tres paradas es demasiado, porque sabemos que puede ser confuso tener tantos pit stops. Intentamos hacer la elección para tener dos paradas o para que una de las estrategias más rápidas sea la de dos paradas...» [Pirelli cree que las carreras de F1 en 2018 serán a dos paradas]. (3) «Por lo que aceptando que las carreras son a una sola parada, sería mejor optar por estabilidad, y que los equipos pudieran tirar al máximo todas las vueltas. Básicamente, lo que ya hubo en los dos últimos años de Pirelli...» [Pirelli predice pocos cambios estratégicos en 2019].
Me quedo con lo de «aceptando que las carreras son a una sola parada» en referencia como justificación para lo que viene en 2019, porque como se puede leer en las intenciones de 2017 para 2018, entonces se buscaban dos cambios, no uno, como ha sido la norma durante esta temporada.
No le falta razón a Isola cuando afirma que la culpa del actual estado de cosas no es sólo de Pirelli, faltaría más, pero se le olvida que la fábrica milanesa hace ruedas para el show y, sobre el papel, ésta ha sido la razón por la que Michelin se retiró del concurso y ella ha resultado elegida como proveedor único. Es decir, la culpa no es del Maestro Armero porque a la hora de la verdad, es la italiana la que impone este tipo de escenarios produciendo unos neumáticos que duran y duran más que las pilas del conejito Duracell.
Carrera a carrera vemos cómo equipos y pilotos escogen mayoritariamente los compuestos más blandos en detrimento de los más duros —sin ir más lejos, la italiana retiró los hard el año pasado porque no los quería nadie [Los pilotos convencen a Pirelli: no habrá neumáticos duros en Silverstone] y [Pirelli anuncia los neumáticos para Bélgica y Japón 2017]—, pero en vez de seguir este criterio vamos en sentido contrario, y como las pruebas son «a una sola parada», para 2019 endurecemos un poquito más los compuestos por aquello de ofrecer estabilidad...
Hablemos claro: se avecina un cambio de reglamento que teóricamente pretende dar más oportunidad a los adelantamientos, lo que conlleva una mayor exigencia a las gomas en aceleración y frenada, para que nos entendamos, y Pirelli, endureciéndolas, se la coge de nuevo con papel de fumar para evitarse marrones, como ya sucedió en 2017, mientras apuñala el espíritu de la nueva normativa porque se prevé que con el nuevo esquema aerodinámico los coches pierdan un poquito de velocidad...
Y bueno, llegados a este punto me pregunto: ¿si no quieres riesgos para qué coño estás en Fórmula 1, la que dicen que es la máxima expresión del automovilismo deportivo y el mejor escaparate donde mostrar la excelencia de tu producto...?
Os leo.
1 comentario:
Diera la impresión que a pesar del DRS y todos chiches que se elucubran, nadie quiere diversidad de estrategias en pista, no sea cosa que aparezca algún nuevo Petrov...
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