Nadie nos espera. Nadie sabe que a esta hora de la tarde en que la tormenta oscurece Gorliz aúllo sólo a poniente y recuerdo por los dos las líneas que nos compuso Jack London: «Fueron ellos los que aceleraron en su interior el despertar de hábitos
remotos, y los viejos ardides que habían impreso en la herencia genética
de su estirpe, se convirtieron en los suyos. Y cuando en las
noches frías y serenas apuntaba con el hocico a una estrella, eran sus antepasados, muertos y convertidos en polvo, los
que lo hacían desde los siglos pasados y a través de él...»
El norte. El norte, la nieve y el frío, la oscuridad, el silencio y esa lealtad que os hace infinitamente superiores a los seres humanos. Tu pelaje más denso, tu voz más aguda, tu aullido más sostenido, tu cariño más genuino. Tus ojos, seguramente, mucho más limpios que los míos...
Hoy corres libre donde siempre he querido correr y a mí me has dejado la parte sucia del trabajo: sacar a Óscar una sonrisa porque tu ausencia tendrá sentido si olvido por un momento las notas bajas, tempo lento, y escribo hoy, ahora, lo que no habría escrito jamás si estuvieras junto a nosotros.
No he hecho todavía mi porra en el GPPredictor pero voy a poner a Vettel como ganador del Gran Premio de Mónaco a pesar de que el lunes pasado, en el SafetyCast, di a Hamilton como vencedor.
Tú me entiendes. La magia no surge porque sí, hay que llamarla. Hay que convocar a los espíritus, arremolinarlos alrededor de las llamas del fuego, decirles que 15 años son demasiado tiempo y que nuestro alemán merece una miserable oportunidad de volver dulce un trago bastante largo y bastante amargo para un tifoso.
Toto nos ha desvelado que de 2013 a esta parte, Nico se encargaba de poner a punto el coche que también conducía Lewis, y que el británico es más hombre de equipo que antes.
A ver, lo que ha venido a decir el manús de Brackley es que nos han tirado piedras por nada, que teníamos razón y que los que nos han molido a palos por afirmarlo públicamente son una banda de cretinos, o de malnacidos, lo que prefieras. En todo caso, nuestros aullidos a la noche no han sido en balde. Sebastian no me cae bien aunque de un tiempo a esta parte está ganando puntos. ¿Nos entendemos; verdad? Lo que nos pone en que el de Heppenheim goza de una bonita ventaja: está más comprometido con su coche que su rival británico...
Aquí tenemos la oportunidad que necesitan ahora mismo Óscar y los espíritus.
Y no me mires mal con esos ojazos. Ferrari siempre ha estado prendida de un hilo. No es nuevo, para nada...
No es la primera vez ni la última que sucederá. La historia viene como viene y hay que pillarla al vuelo, y a pesar de que dije anteayer que Lewis llega enchufado a Montecarlo, si gana Sebastian porque ha sabido currárselo este fin de semana, te juro que este próximo domingo aúllo a la luna, aquí mismo, por ti, por mí, y por el hueco irrellenable que has dejado en Óscar con tu partida.
¿Hay esperanza? Si no la vemos la buscamos o la imaginamos, Iron. Siquiera en ese cielo de los perros que ayer te recibió y espera con los brazos abiertos a que lleguemos a él los que sabemos aullar y seguimos pensando que las estadísticas fueron elaboradas con el único fin de ser rotas.
Nadie nos espera, pequeño. Nadie sabe que a esta hora de la noche canta Why Annie Lennox.
Os leo.
El norte. El norte, la nieve y el frío, la oscuridad, el silencio y esa lealtad que os hace infinitamente superiores a los seres humanos. Tu pelaje más denso, tu voz más aguda, tu aullido más sostenido, tu cariño más genuino. Tus ojos, seguramente, mucho más limpios que los míos...
Hoy corres libre donde siempre he querido correr y a mí me has dejado la parte sucia del trabajo: sacar a Óscar una sonrisa porque tu ausencia tendrá sentido si olvido por un momento las notas bajas, tempo lento, y escribo hoy, ahora, lo que no habría escrito jamás si estuvieras junto a nosotros.
No he hecho todavía mi porra en el GPPredictor pero voy a poner a Vettel como ganador del Gran Premio de Mónaco a pesar de que el lunes pasado, en el SafetyCast, di a Hamilton como vencedor.
Tú me entiendes. La magia no surge porque sí, hay que llamarla. Hay que convocar a los espíritus, arremolinarlos alrededor de las llamas del fuego, decirles que 15 años son demasiado tiempo y que nuestro alemán merece una miserable oportunidad de volver dulce un trago bastante largo y bastante amargo para un tifoso.
Toto nos ha desvelado que de 2013 a esta parte, Nico se encargaba de poner a punto el coche que también conducía Lewis, y que el británico es más hombre de equipo que antes.
A ver, lo que ha venido a decir el manús de Brackley es que nos han tirado piedras por nada, que teníamos razón y que los que nos han molido a palos por afirmarlo públicamente son una banda de cretinos, o de malnacidos, lo que prefieras. En todo caso, nuestros aullidos a la noche no han sido en balde. Sebastian no me cae bien aunque de un tiempo a esta parte está ganando puntos. ¿Nos entendemos; verdad? Lo que nos pone en que el de Heppenheim goza de una bonita ventaja: está más comprometido con su coche que su rival británico...
Aquí tenemos la oportunidad que necesitan ahora mismo Óscar y los espíritus.
Y no me mires mal con esos ojazos. Ferrari siempre ha estado prendida de un hilo. No es nuevo, para nada...
No es la primera vez ni la última que sucederá. La historia viene como viene y hay que pillarla al vuelo, y a pesar de que dije anteayer que Lewis llega enchufado a Montecarlo, si gana Sebastian porque ha sabido currárselo este fin de semana, te juro que este próximo domingo aúllo a la luna, aquí mismo, por ti, por mí, y por el hueco irrellenable que has dejado en Óscar con tu partida.
¿Hay esperanza? Si no la vemos la buscamos o la imaginamos, Iron. Siquiera en ese cielo de los perros que ayer te recibió y espera con los brazos abiertos a que lleguemos a él los que sabemos aullar y seguimos pensando que las estadísticas fueron elaboradas con el único fin de ser rotas.
Nadie nos espera, pequeño. Nadie sabe que a esta hora de la noche canta Why Annie Lennox.
Os leo.
3 comentarios:
Como veo que compartimos el cariño por las mascotas, quiero acompañarte hoy.
Un abrazo.
Mi porra: Ricciardo, Vettel, Hamilton. Carlos Sáinz cuarto.
Veis posibilidades de que ALO termine el año que viene en Williams ? os extraña que Frank no se haya levantado de la silla de ruedas a correr a gorrazos a sus 2 pilotos? No se si son cosas mías pero creo que haría un papelón allí y es la única escudería histórica que le queda.
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