lunes, 27 de marzo de 2017

Confianza


Hoy todo es más fácil. Cuando algunos planteábamos dudas en 2014, lo sencillo era decir lo contrario. Todo el mundo opinaba igual: Hamilton dominaba a Rosberg, Nico era un nenaza que no sabía encarar a Lewis... Los potitos ganaban por goleada a los buenos cocidos hechos a fuego lento.

El de Tewin es un extraordinario piloto al que le sobran la mayoría de chorradas que lo rodean, incluso las reiteradas justificaciones sobre su actitud en pista: farrucona, desleal con el compañero, injustificable demasiadas veces por excesivamente agresiva. 

Cualquier con unos mínimos rudimentos en psicología sabe leer en estos síntomas la existencia de una clara personalidad con falta de autoestima y confianza, pero lo simple era aludir a la genialidad como excusa. Hamilton es un genio al volante. Fuera del habitáculo, pues bueno... Lo hemos dicho muchas veces: es un auténtico gallo de pelea, quizás el último que nos queda en la parrilla, pero tiene los pies de barro y en ese venirse arriba que le han supuesto los dos títulos consecutivos obtenidos en Brackley, ha tomado el camino más tonto que podía tomar.

Michael Schumacher nos enseñó que un piloto no debe descuidar ningún aspecto. Ni el físico ni el mental ni el profesional, todo cuenta. Un conductor de bólidos es una suma de valores que al igual que mencionábamos ayer a cuenta de los coches, como no estén en sintonía harán que el conjunto no funcione adecuadamente. Pero Hamilton lo ha olvidado por sustantivar que su genialidad está por encima de todo.

El año pasado se probaron los prototipos de ruedas Pirelli que se están usando en 2017, pero a Lewis no le hacía falta esa experiencia. Mientras todos los pilotos de la parrilla entrenaban como titanes en invierno para encarar en buena forma esta temporada, Lewis se hacía selfies donde Jesucristo perdió la sandalia, o bailaba o paseaba por la playa. Él está por encima de estas cosas, mejor dicho: él necesita convencernos (y convencerse) de que está por encima de estas cosas, que no es lo mismo. 

Y así, mientras Valtteri echaba horas en el simulador entendiendo el W08 y ayudando al equipo técnico en el desarrollo del mismo, como en años anteriores había hecho Nico, por cierto, Lewis flirteaba con la idea que anima a los vagos a pensar que bastará con hacer un repaso durante el recreo para salvar un examen que a otros les lleva días o semanas preparar... ¡Yo puedo!

No estoy diciendo que Hamilton haya perdido ni tanto así ni una sola de sus virtudes en pista, Dios me libre, estoy señalando que está a un paso de sufrir las consecuencias de haberse creído la imagen que nos ha trasladado a través de sus redes sociales. Que ha caído en su propia trampa, en definitiva.

El domingo pasado sufría una crisis de confianza delante de todos nosotros. Los tiempos por vuelta no aconsejaban un cambio de neumáticos tan tempranero, ni siquiera justificaban las quejas del británico por radio, pero el muro de Brackley lo mete a garajes y pierde la carrera.

Podemos dar muchas vueltas a este asunto. De hecho se está haciendo aunque he echado en falta un análisis menos numérico y algo más afinado.

Es evidente que Lewis, en Melbourne, no conoce lo suficiente ni el monoplaza ni las gomas. Ya lo demostró en Barcelona hace un par de semanas [Por encima (Mercedes AMG)]. Y bien, cuando eres un genio que camina sobre las aguas pero así y todo no eres capaz de quitarte a Sebastian de encima, la culpa tiene que ser de los neumáticos, obviamente, ya que manejas el coche con la punta del pincel y sin despeinarte...

El error fue gordo y como he tratado de aclarar: tiene explicación en la falta de trabajo y en una complicada personalidad que deseo, por el bien de todos, que haya caído en la cuenta de que hay que poner más carne en el asador para recuperar la confianza perdida, evitando así llevar al equipo a una nueva situación de histeria colectiva que Mercedes AMG pagó muy caro en Australia.

Es lo que tiene ir de sobrao por la vida y que te rían las gracias.

Os leo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es fácil creerse un sobrao cuando tu coche es el más dominador de la historia de la F1.Con 57 poles repartidas entre Nico y él en los últimos 60 grandes premios y otras tantas victorias.También es más fácil cuando durante toda tu carrera tu equipo te ha beneficiado frente a tu rival,incluso el año pasado donde Nico les dio bien en las narices.El talento de Hamilton hasta el momento ha sido ganarle un mundial a Massa en la última curva y dos a Rosberg al que su equipo trató fatal y no fue hasta que le pusieron a los mecánicos de Lewis que el inglés perdió ese extraordinario talento.Nunca he considerado a Hamilton un pilotazo porque cuando no ha tenido coche ha fallado bajo presión.Lo hizo el año de su debut,también en 2008 aunque ganó por lo de Singapur,Hungría y porque no tuvo rival,falló en 2010 jugandose el mundial y también el año pasado cuando hubo igualdad y tenía la presión.Ha disfrutado durante tres años del mejor coche de la historia y de momento su único mano a mano ha sido contra Massa.Es normal que sus números se hayan engordado,pero eso no quiere decir nada.Miro a Vettel,que seguramente con ese coche habría engordado muchísimo más hasta la náusea,pero creo que en en 2015,en algunas carreras del año pasado y en esta primera que empieza he visto a un piloto mucho mejor que en RedBull,sin tantos mimos ni favores del equipo que es justo lo que le está sobrando a Lewis desde hace años.Como bien dice el anfitrión,en cuanto el coche deja de ser tan sobrado,el piloto no sabe ni dónde está ni qué botón tocar.Que le den el McLaren otra vez y verás lo que es perder la confianza.

Aficionando dijo...

Buena entrada y buen comentario del anónimo -una pena que no te pongas aunque sea un nick para que sepamos si eres el único anónimo o hay otros-.

chema dijo...

Totalmente de acuerdo, Lewis es un piloto de inspiración y cuando lo está es imbatible, pero al mismo tiempo es su punto débil.

El Alonsista dijo...

Buenos días.

Leer el artículo ha sido una buena forma de alegrarme la mañana. Llevaba tiempo pensando algo parecido sobre el modus operandi barriobajero del bueno de Lewis, y cómo ese estilo de vida le podría pasar factura como piloto. Hoy leo este magnífico artículo que corrobora lo que pienso.

Ayer leí que además Hamilton se ha deshecho de su entrenador personal, justo cuando empieza la temporada más exigente a nivel físico para los pilotos de los últimos años.

Y también coincido en que fue un error garrafal entrar tan pronto a boxes en Albert Park por tres motivos que no supo leer Mercedes:
1. El ritmo no era malo: que Vettel se le acercara poquito a poquito, no quería decir que sus neumáticos estuvieran cayendo. De hecho, en las gráficas se ve que mantienen su rendimiento.
2. Se acabaron los adelantamientos facilones. ¿No se daban cuenta de aunque Vettel llegara, no iba a ser tan fácil que le adelantara?
3. La sacaron en tráfico: ¿No se daban cuenta de que al meterle en esa vuelta iba a salir muy cercano a Verstappen?

Así que considero que no solo Hamilton perdió la carrera, sino tampoco Mercedes supo leerla correctamente.

De cara a esta temporada, creo que Hamilton tiene un año muy difícil, en el que o se da cuenta de que ya no puede vivir de las rentas como una estrella de hip-hop o va a terminar con una profunda depresión psicológica ya que se verá incapaz de llevar el mejor (o segundo mejor) coche a la senda del triunfo.

Otros pilotos no tuvieron la suerte de tener un coche tan dominante ni de estar en situación en la que se encuentra él ahora, sino que conducen tractores naranjas. Espero que lo sepa valorar.

Tadeo dijo...

Pues yo voy a hablar de papá, de aquellos pilotos que necesitan a papá para ganar, de aquellos supermillonarios con infulas de leyenda que no saben ganar sin que papá les eche una manita.

No me refiero al padre de los pilotos, no me refiero a Anthony Hamilton, me refiero a esa figura que usan los pilotos para poder superar al adversario porque no pueden por ellos mismos.

Esta generación actual de pilotos es la generación de los pilotos con papá, un papá que a veces se llama Anthony, recurrir contra su propio equipo a las 11 de la noche sin que nadie le metiera dos leches, Ron Denis, Charlie Whitting, prensa inglesa, etc etc etc

A todos los ha utilizado Ham en su conveniencia una y otra vez durante su carrera, le hemos visto hacer las mayores cochinadas en carrera y fuera de ellas y muy pocas veces ha salido perjudicado por ello. Un piloto que manda a la mierda a su jefe, "fuck you Ron", y que su jefe se lo traga y jode al piloto perjudicado. Le hemos visto hacer acciones ilegales que solo se van a castigar en la carrera siguientes innumerables veces. Y sin embargo su carrera ha ido arriba porque tiene unas magnificas manos.

Pero creo que ha llegado a su ocaso como no cambie, el año pasado Mercedes ya le demostró que no le importaba ya quien fuera el vencedor con tal que fuera Mercedes, y este año vamos por el mismo camino.

Se ha pasado toda la pretemporada de vacaciones en Cancún, California, Caribe, etc etc. La prensa inglesa nos potenciaba sus autotwits como si lo importante fueran sus casi imperceptibles tatuajes y su perro Roscoe. Pero no, para un piloto de F1 la pretemporada sirve para ponerse en forma y poder llegar al primer GP en plena forma.

Ha llegado descentrado y fuera de forma, y así ha sido su primera carrera, una serie de malas decisiones que ha arrastrado a su equipo a fallar en su nombre.

No le metió Mercedes en boxes, fue Ham el que pidió entrar porque no sabia valorar el estado de sus neumáticos. Bot estuvo 8 vueltas más que él, y esas 8 vueltas definieron el GP.

A Bot le han dado 4 carraeras para analizar su rendimiento, si Valteri se lo cree y coge confianza, no le haran falta tantas.

De los otros pilotos con papá hablaremos otro día, de momento hicieron una buena carrera y ganaron el GP.

saludos