miércoles, 15 de marzo de 2017

Un matrimonio rosa


Ayer conocimos que los Force India van a ir vestidos de rosa esta temporada y, lógicamente, la imaginación de la gente echó a volar y, quien más quien menos, hizo gala de su capacidad memorística, lo que al final desembocó en un bonito festival de reencuentros.

A media tarde, o así, yo mismo presentaba mis credenciales y me pedía recordar la limusina de El Show de la Pantera Rosa (The Pink Panther Car), creación de Jay Ohrberg, padre, entre otras maravillas, de los De Lorean de Back to the Future, el suntuoso coche de The Munsters, o el apaño de Ferrari Daytona para Miami Vice que en el fondo era un Chevrolet Corvette, o su secuela en la serie, el Testarossa blanco, que en las escenas de acción era un flamante De Tomaso Pantera disfrazado para la ocasión, si mal no recuerdo, sin que se conociese el ardid en Maranello ni, por supuesto, contara con el placem de Il Commendatore.

El trasto que nos ocupa era un bonito y sugerente ejercicio de estilo cuya aparición abría los capítulos de la serie.

Ohrberg había tomado prestado el chasis, motor, caja de cambios y transmisión de un Oldsmobile Toronado de 1969 —una pedazo máquina dotada con un V8 de 7.500 cc y casi 400 cv que consumía lo que no está escrito—, y sobre él había montado un precioso decorado rodante que daba el pego, pero, a la vez, se mostraba incapaz de ir rápido porque adolecía de un tremendo subviraje y en curva resultaba casi inconducible incluso a velocidades bajas.

The Pink Panther Car era lo que era, un remedo de limusina futurista para ser usado apenas durante el tiempo que sonaba la canción de entradilla a cada capítulo (55 segundos), tiempo suficiente para ver cómo La Pantera Rosa y el Inspector Clouseau se acercaban montados en ella desde las colinas de Los Ángeles, y se apeaban a las puertas del mítico Teatro Chino de Hollywood Boulevard (Grauman's Chinese Theatre).


Historias viejunas aparte, Force India ha firmado un goloso contrato de patrocinio con BWT (Best Water Tchnology), multinacional austriaca dedicada al filtrado y tratamiento de aguas, que con su aparición sobre las carrocerías de los monoplazas de Silvertone —además de estrenarse también con el equipo Blancpain en Fórmula 4, Fórmula 3 y GT Series—, da un pasito más para posicionarse globalmente tras haberse dejado ver desde 2015 en el DTM sobre los autos de Mücke Motorsport, escudería donde milita el piloto austriaco Lucas Auer.

Sea como fuere, quien paga manda, de forma que aunque a priori resulte chocante vestir de rosa en un mundo que rebosa testosterona por los cuatro costados, lo cierto es que a Force India le viene muy bien esta inyección de dinero, más si cabe, después de la triste pretemporada que se ha marcado en Montmeló.

Confieso que a mí me gusta. En todo caso, nos guste o no, es seguro que nos acostumbraremos porque nada puede ser tan feo ni tan estridente como aquellos monos de Hugo Boss que vistieron Lewis Hamilton y Jenson Button durante 2011, creo.

Os leo.

1 comentario:

Nacho Lascaray dijo...

Pues me encanta.............y para BWT un acierto enorme