Ponerse las pilas

Ya empezó a caer algún chubasco el domingo pasado, pero el parte meteorológico prevé para esta misma noche, la entrada de una masa compacta de nubes provenientes de las islas británicas que comenzará a derramar en las próximas horas, torrentes de recomendaciones para que Maranello se sobrelleve a sí misma.

Todos los años la misma cantinela y por las mismas fechas. En cuanto la Fórmula 1 flaquea en lo de ofrecer contenidos o sus recursos muestran el más mínimo síntoma de agotamiento, surge La Scuderia en los medios para acotar el debate de los siguientes días o semanas, no sea que a alguien le dé por pensar por sí mismo y vislumbre que lo que le sucede a la italiana aqueja por igual a todos los equipos que no se llaman Mercedes AMG. Léase: impotencia.

En nada, leeremos de nuevo que lo mejor que puede hacer Ferrari es trasladar su base de operaciones a la icónica Inglaterra, que debe contratar personal británico —¡más personal británico!—, que debe bajar los humos y ser menos soberbia, que debe olvidar su tradición porque es un lastre, que debe adaptarse a los nuevos tiempos, que debe ponerse las pilas...

¡Pero qué pilas, por Dios? Puestos a abrir melones podridos me pregunto por qué no se empieza por el de Williams, o el de Renault o el de McLaren. Todas ellas tienen sede operativa en Gran Bretaña, abundancia de personal de las islas, y nadie diría que no han sabido adaptarse a los nuevos tiempos. ¡Joder, no sé qué coño falla entonces? Quizá lo que le falló a Red Bull en 2014 y 2015. Léase: carencia de poder a la hora de enfrentarse a Bernie.

Os decía el lunes pasado que hasta que no incorporemos la política y el negocio a nuestras ecuaciones no vamos a sacar la cabeza. A la salida del cole, quien nos proporciona las chuches nos dice también de qué color las tomaremos. Sin duda, estos días sólo hay rossas. 

Lo de Silverstone no tiene justificación ni paliativos, fue una pésima actuación a pesar de que Kimi salvó los muebles. Aunque puestos a mirar la parte positiva, considero que siempre es mejor eso que cagarla estrepitosamente como hicieron los chicos de Brackley en Barcelona.

Los tifosi tenemos muchas cosas de qué quejarnos, empezando por Marchionne y sus bobadas, pero no nos pagan por andar soportando soplapolleces. ¿Faltan noticias? Ahí va mi humilde propuesta: indagar por qué mientras Ferrari se va a ver obligada a soportar el cierre por vacaciones casi sobre el 80% de sus efectivos y capacidad, el resto de su competencia inmediata lo va a soportar en mucho menor porcentaje gracias a que la FIA siempre ha mirado en este aspecto para otro sitio.

Ponerse las pilas... Si viviera Enzo Ferrari su equipo ya se las habría puesto. Una llamada y un sencillo recordar a Ecclestone que o la normativa abre la mano y Pirelli deja de tocar los cojones con las presiones de las gomas y el camber, o los coches rojos se retiran del campeonato. Ya veríamos entonces quién se las tenía que poner y dónde situaban la borrasca los medios británicos.

Os leo.