miércoles, 30 de noviembre de 2011

Tres campeones y un tractor


Acaban de llamarme idealista por teléfono y estoy feliz como unas pascuas, porque hoy, precisamente, me apetecía hacer borrón y cuenta nueva sobre lo que ha sucedido esta temporada, entonando una glosa al respecto de lo mucho que nos une como aficionados y lo poco que nos diferencia en el fondo.

Llevaba días buscándola aunque no daba con ella, pero por fin la he encontrado. La imagen que abre esta entrada retrata a Jim Clark sobre un tractor de juguete, siendo empujado por Graham y Damon Hill, bajo la mirada atenta de un auditorio que brinda y jalea la infantil y arriesgada hazaña, sin saber que están asistiendo a un trozo de historia que abraza en aquel entonces, en la brevedad de un instante, varias décadas de deporte del bueno... 

El escocés seguro que terminó en el suelo, como si lo viera, pero ahí queda el poema que supone ver a dos rivales y sin embargo amigos, ajenos a que terminarán ambos perdiendo la vida jugando a vivir viviendo como querían, mientras Bette levanta la copa y el chiquillo que cierra el centro protagonista aún no es consciente de que recogerá el testigo de sus mayores para pasárselo a otros, nada menos que treinta años más tarde.

Qué queréis que os diga, la F1, más que los EGM, las perspectivas de los medios, las filias y fobias, las suyas y las mías, el relativismo de las lecturas sobre lo ocurrido, sobre lo que pasó o debió o pudo pasar durante cada carrera o cada campeonato, es para mí esto precisamente, un rosario inmenso de buenos recuerdos encadenados en el tiempo a los que recurro buscando algo de temperatura cuando afuera hace frío.

El disfrute de lo que nos depara un suceso miserable repleto de publicidad a la que no hago ni caso, que nos amarra delante de un televisor o en una grada, en el intervalo de una hora que sintetiza todo un fin de semana vivido con la adrenalina a flor de piel, no es otra cosa que una mala excusa para evadirse del mundo, y aquí no caben enemigos, sino compañeros de aventura con los que apostar y discutir sobre posibilidades imposibles.

2011 es pasado y 2012 nos espera con las puertas abiertas. Arrimemos el hombro, pongámonos juntos a ayudar a Graham y a Damon a tirar sobre el cesped de la campiña inglesa a quien quizás sea el mayor icono que ha dado la F1.

Jim sonreirá, seguro, porque el cacharro que maneja no es un Lotus, y ya se sabe, ¿qué se puede esperar de tres campeones del mundo y un tractor?, pues eso mismo: un momento grandioso y entrañable que recordaremos por los siglos de los siglos y que podremos contar a nuestros nietos. ¿No se trataba de eso?

6 comentarios:

Tadeo dijo...

Confieso que he sido yo el que ha tenido la oportunidad de halagarte, a ti y al amigo Damián que no pasa por su mejor momento de salud.

Pero hay que decirlo todo, y es que la razón por la que te sientes halagado es porque a continuación he dicho que si no existierais, habría que inventaros.

El amigo Inter, que también se pasa por aquí, puede confirmar lo que digo.

Gracias a los dos por tan buenos momentos como nos dais y como nos vais a dar durante mucho tiempo.

Hay que saber diferenciar entre el adversario y el enemigo, incluso hay que diferencial el rival del compañero, aunque esto sea demasiado difícil porque tu compañero siempre es tu primer rival.

Hay siempre que tener en cuenta que el que hoy está en tu equipo, mañana estará enfrente, y al revés. Quitemos cizaña y busquemos puntos comunes, aunque a veces esto se haga complicado, complicado, complicado...

Un abrazo

Txomin dijo...

Pues claro, buena gente. Además, siempre queda ese paréntesis que son un par de pilotos buscándose en una curva. Si os soy honesto, desde una correcta perspectiva visual, simplemente ver correr a un solo bólido de F1 me resulta suficiente. La realización de la capacidad aero+mecánica de estos artefactos es una justificación en si misma del evento.

csm dijo...

Cuanto más conozco de estas "intrahistorias" del pasado más lamento no haberlas vivido en directo.
¡Menos mal que estás ahí! arañanado recuerdos imborrables, humanos, para que no olvidemos la esencia de todo ésto.

Echo de menos en esta F1ese "coleguismo" que, sin embargo, en otros deportes, parece sobrevivir a la vorágine mercantil.
Gracias, ¡Qué bien escribes !
Un besote grande

Noe_Izumi dijo...

Caray que bonito hombre :-)

Touro Tolo dijo...

Tenías que estropearlo al final.. XDDD

El presente es de Vettel, pero el futuro... Veremos si el asturiano o el alemán serán el próximo Hakkinen, por aquello del bicampeonato que no fue a más. Para mí el finlandés fue el único rival digno de Schumacher en su época dorada.

Interlagos dijo...

Extraordinaria entrada, Orroe. Como te dice Tadeo, si no existieras habría que inventarte.
Y es que nos gustan las carreras, la goma quemada, el olor de la gasolina y la competición en su estado más puro.
Tres hurras por la F1: Hip, hip hurra,...