Sintax

El circuito de New Delhi no ha supuesto obstáculo alguno para que ese aprendiz de brujo que atiende al nombre de Sebastian Vettel haya sentado sus reales, de nuevo, en esa búsqueda reiteradamente negada por él y los suyos más inmediatos, de que se mueve en una órbita diferente a la de destrozar cuanto récord encuentre a su paso.

Hoy lo tenía fácil. Lewis, después de la desafortunada idea que tuvo ayer de no acusar recibo de la doble bandera amarilla enarbolada por los comisarios de la prueba india tras el incidente de Maldonado, se la jugaba este mediodía (mañana tempranita por estos lares) a lograr como fuera la segunda posición, ya que con la penalización que llevaba encima (tres puestos), la pequeña hazaña le situaba en la zona menos empolvada del trazado en la salida —la recta de tribunas es la más transitada por monoplazas, vehiculos y personal de servicio, así que dispone de zona limpia aunque haya que buscar la goma en el centro—, saliendo mañana desde la quinta plaza y con algunos repuestos extra en neumáticos que a buen seguro le servirán de perillas durante la prueba.

Fernando no ha arriesgado más de lo necesario. Con un setup escaso debido a que el fin de semana lo ha dedicado Ferrari a preparar el año que viene, ha clavado un cuarto puesto que a la postre suponía un tercero porque Hamilton se iba atrás, y ha reservado compuestos en previsión de devolverle a Vettel la que le hizo el alemán en Monza.

Massa ha tenido peor suerte. El piano de la curva ocho le ha jugado la peor trastada al entrarla demasiado apurado, y ha tenido que conformarse con la sexta plaza, detrás de un Button que no se ha sentido cómodo en toda la calificación, y delante de un Rosberg que sigue haciendo lo que puede con el añejo MGP W02 que le ha tocado en suerte este año.

Webber sale a la postre segundo, pero ahí se va a quedar, detrás siempre de su compañero, me temo, porque Red Bull no está por la labor de que nadie quite brillo a Sebastian. 

Con Jenson relativamente lejos (con el chico de la Michibata nunca se sabe), la comodidad se impone. Llegando por delante del británico, el australiano podría seguir peleando por el subcampeonato, y eso en Milton Keynes parece lo razonable y lo suficiente, así que resulta esperable que aussie tenga que conformarse de nuevo con hacer de comparsa de lujo salvo que el rubiales de McLaren se empeñe en destrozar las quinielas.

Y para terminar, en el lado chungo de la cosa, la cagada del sistema de calificación, que permite que equipos como Force India (Sutil) y Toro Rosso (Buemi y Alguersuari), hayan entrado en la Q3 para no disputarla por aquello de disponer de más juegos de gomas para la carrera. Penoso, qué queréis que os diga.

Os leo.