El californiano Phillip Toll Hill Jr. nació en Miami (Florida) un 20 de abril de 1927, llegando a ser el primer piloto nativo estadounidense en coronarse campeón del mundo.
Phil se crió en Santa Mónica (California), lugar donde comenzó a competir sobre cuatro ruedas desde muy temprana edad. Aquella indiscutible afición por los coches de carreras le llevó a trasladarse a Gran Bretaña para correr con MG y Jaguar, mientras desempeñaba labores de aprendiz en esta última. También corrió con Alfa Romeo, pero sería en 1952 cuando comenzó a destacar como piloto de carreras a bordo de un viejo Ferrari, vehículo que había comprado y con el que disputó la Panamericana para calificarse en sexta posición al término de la prueba.
En 1954 repetiría participación al lado de Richie Ginther, alzándose con la segunda plaza tras el Ferrari oficial de Maglioli, y ganándose de paso el favor de Chinetti (representante de la de Maranello en los U.S.A.), quien le recomendó inmediatamente ante Il Commendatore.
La relación con la italiana comenzó inmediatamente, aunque su debut en el mundial lo realizaría con un Maserati durante la disputa del G.P. de Francia de 1958, ya que 1956 y 57 fueron invertidos por el norteamericano en curtirse en la categoría sport. El año de inicio en la máxima categoría es importante para Hill porque se consagra en las 24 Horas de Le Mans, ganando la prueba en compañía de Gendebien sobre un Ferrari 250 tr (testarossa), en una de las ediciones con peores condiciones meteorológicas que se recuerda, después de haber ganado los 1.000 Kilómetros de Nürburgring y las 12 Horas de Sebring.
En septiembre de 1958 participa en el G.P. de Italia a los mandos de un Ferrari oficial, aunque tiene que contentarse con lograr la tercera plaza para favorecer a Hawthorn en su lucha por el campeonato. Pero en 1959 las cosas iban a cambiar.
Vuelve a ganar las 12 Horas de Sebring junto a su inseparable Olivier Gendebien como compañero, y obtiene dos segundos puestos (Francia e Italia) y un tercero (Alemania) en el mundial de F1. Sin embargo, será al año siguiente cuando obtenga su primera victoria en la fórmula reina, en Monza, cosechando además la vuelta rápida.
En 1961, Ferrari tiene resuelto el planteamiento Cooper y ofrece a sus pilotos una magnífica plataforma, el Dino 156 F1 de motor trasero, con el que Wolfgang von Trips y Phil Hill consiguen hacer tres dobletes, y con el que el americano vuela hacia su título mundial.
Phill había quedado tercero en Mónaco, segundo en Holanda y primero en Bélgica. Una serie de inconvenientes le impiden puntuar en Francia, pero termina segundo, detrás de von Trips, en Silverstone. En Alemania lo hace en tercer lugar, de nuevo tras su compañero de Ferrari, y en Italia triunfa en la carrera donde pierde la vida el alemán. La de Maranello no se presenta a la última prueba de la temporada (U.S.A.), pero Phil Hill ya es campeón del mundo.
En 1961, Phil, junto a Gendebien, triunfa otra vez en las 12 Horas de Sebring y en las 24 Horas de le Mans. Victoria que repetiría al año siguiente, a la que se uniría la conseguida en los 1.000 Kilómetros de Nürburgring, mientras en F1 cosecha unos pobres resultados que le llevan a abandonar la máxima categoría a mitad de temporada. En 1963, Hill se pasa al campeonato ATS, pero el poco éxito cosechado le inclina a renunciar definitivamente a la conducción de monoplazas.
Sin embargo, todavía continuará pilotando durante algún tiempo en pruebas de resistencia con las marcas más importantes, logrando la victoria en las 24 Horas de Daytona de 1964, compartiendo el volante de su Ferrari con Pedro Rodriguez. A bordo de un Chaparral y con Joakim Bonnier como compañero, obtendría la primera plaza en los 1.000 Kilómetros de Nürburgring celebrados en 1966, y alternando asiento con Mike Spence, la de los 1.000 Kilómetros de Brands Hatch de 1967...
Hill se retiró del automovilismo deportivo prácticamente a la misma edad con que Fangio conseguía su primer título. Los tiempos habían cambiado demasiado en poco más de una década, y el norteamericano pasaría a la historia como un fiel reflejo de una etapa de este deporte dominada por la permeabilidad entre las diferentes disciplinas del motor, que se prolongaría durante muchos años, pero en la que lo importante era disfrutar corriendo.
Phill Hill, el californiano, fallecía el 28 de agosto de 2008.
Phil se crió en Santa Mónica (California), lugar donde comenzó a competir sobre cuatro ruedas desde muy temprana edad. Aquella indiscutible afición por los coches de carreras le llevó a trasladarse a Gran Bretaña para correr con MG y Jaguar, mientras desempeñaba labores de aprendiz en esta última. También corrió con Alfa Romeo, pero sería en 1952 cuando comenzó a destacar como piloto de carreras a bordo de un viejo Ferrari, vehículo que había comprado y con el que disputó la Panamericana para calificarse en sexta posición al término de la prueba.
En 1954 repetiría participación al lado de Richie Ginther, alzándose con la segunda plaza tras el Ferrari oficial de Maglioli, y ganándose de paso el favor de Chinetti (representante de la de Maranello en los U.S.A.), quien le recomendó inmediatamente ante Il Commendatore.
La relación con la italiana comenzó inmediatamente, aunque su debut en el mundial lo realizaría con un Maserati durante la disputa del G.P. de Francia de 1958, ya que 1956 y 57 fueron invertidos por el norteamericano en curtirse en la categoría sport. El año de inicio en la máxima categoría es importante para Hill porque se consagra en las 24 Horas de Le Mans, ganando la prueba en compañía de Gendebien sobre un Ferrari 250 tr (testarossa), en una de las ediciones con peores condiciones meteorológicas que se recuerda, después de haber ganado los 1.000 Kilómetros de Nürburgring y las 12 Horas de Sebring.
En septiembre de 1958 participa en el G.P. de Italia a los mandos de un Ferrari oficial, aunque tiene que contentarse con lograr la tercera plaza para favorecer a Hawthorn en su lucha por el campeonato. Pero en 1959 las cosas iban a cambiar.
Vuelve a ganar las 12 Horas de Sebring junto a su inseparable Olivier Gendebien como compañero, y obtiene dos segundos puestos (Francia e Italia) y un tercero (Alemania) en el mundial de F1. Sin embargo, será al año siguiente cuando obtenga su primera victoria en la fórmula reina, en Monza, cosechando además la vuelta rápida.
En 1961, Ferrari tiene resuelto el planteamiento Cooper y ofrece a sus pilotos una magnífica plataforma, el Dino 156 F1 de motor trasero, con el que Wolfgang von Trips y Phil Hill consiguen hacer tres dobletes, y con el que el americano vuela hacia su título mundial.
Phill había quedado tercero en Mónaco, segundo en Holanda y primero en Bélgica. Una serie de inconvenientes le impiden puntuar en Francia, pero termina segundo, detrás de von Trips, en Silverstone. En Alemania lo hace en tercer lugar, de nuevo tras su compañero de Ferrari, y en Italia triunfa en la carrera donde pierde la vida el alemán. La de Maranello no se presenta a la última prueba de la temporada (U.S.A.), pero Phil Hill ya es campeón del mundo.
En 1961, Phil, junto a Gendebien, triunfa otra vez en las 12 Horas de Sebring y en las 24 Horas de le Mans. Victoria que repetiría al año siguiente, a la que se uniría la conseguida en los 1.000 Kilómetros de Nürburgring, mientras en F1 cosecha unos pobres resultados que le llevan a abandonar la máxima categoría a mitad de temporada. En 1963, Hill se pasa al campeonato ATS, pero el poco éxito cosechado le inclina a renunciar definitivamente a la conducción de monoplazas.
Sin embargo, todavía continuará pilotando durante algún tiempo en pruebas de resistencia con las marcas más importantes, logrando la victoria en las 24 Horas de Daytona de 1964, compartiendo el volante de su Ferrari con Pedro Rodriguez. A bordo de un Chaparral y con Joakim Bonnier como compañero, obtendría la primera plaza en los 1.000 Kilómetros de Nürburgring celebrados en 1966, y alternando asiento con Mike Spence, la de los 1.000 Kilómetros de Brands Hatch de 1967...
Hill se retiró del automovilismo deportivo prácticamente a la misma edad con que Fangio conseguía su primer título. Los tiempos habían cambiado demasiado en poco más de una década, y el norteamericano pasaría a la historia como un fiel reflejo de una etapa de este deporte dominada por la permeabilidad entre las diferentes disciplinas del motor, que se prolongaría durante muchos años, pero en la que lo importante era disfrutar corriendo.
Phill Hill, el californiano, fallecía el 28 de agosto de 2008.
2 comentarios:
Sólo quería comentar que el 156 con el que ganó el Campeonato del Mundo era conocido con el nombre de "sharknose": nariz de tiburón.
Buenos días.
Manuel ;) Sí señor XDDDD tengo dos «sharknose» a escala 1:43, uno de Vitesse y otro de Ixo, y son una preciosidad ;)
Un abrazote
Jose
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