domingo, 30 de septiembre de 2007

Bandera negra [Fuji]


Lo bueno de madrugar para ver un carrera es que para la tarde ya has podido escribir algo y antes de publicarlo te ha dado tiempo de buscar la imagen. Lo malo es que te levantas pronto para nada.

Vamos a ver, la distancia entre el primer coche y el último, en una parrilla, es de 85 metros, más o menos, y para conseguir la mejor posición en ella se dejan las pestañas y los riñones todos los pilotos durante la calificación. Si el domingo, verbigracia de un gilipollas (Charlie Whiting, el mismo que mandó salir la grúa en Alemania), la carrera comienza en la vuelta 19, y entre el primero y el último hay cerca de un kilómetro, la cosa aparece tan diáfana que hasta un imbécil podría verlo (si está por la labor, desde luego).

Hamilton iba primero, que si llega a ir Alonso la prueba se suspende y punto. Pero como al inglés había que protegerlo, se lanza con el Safety Car delante y se mantiene allí durante 18 vueltas, dando lugar a que los peligrosos Ferrari se vayan a hacer puñetas y a que nadie salvo Lewis vea lo que tiene delante. Así las cosas, para colmo, se incurre en el despropósito de que la carrera empieza en peores condiciones que cuando debía haber comenzado…

¿Cómo llamas a eso? Pues atraco, y manda narices que en la misma semana tenga que hablar dos veces de los mismos tipos, porque en deporte, si existe un reglamento es para cumplirlo, no para discutir cómo lo aplican los encargados de velar porque se cumpla. ¿A qué ha venido penalizar a Kubica. Y no hacerlo con Vettel?

Dicho esto, lo de los neumáticos que le ponen a Alonso es de juzgado de guardia. Ya en Indianápolis, después de su segunda entrada a boxes se delataba que a Fernando se la estaban jugando en Mclaren. Luego vinieron Hungría y Turquía, y paso por alto porque el relato resultaría bastante indigesto lo del plafón en Bahrein y lo de la caja de cambios en Francia y alguna otra cosilla que seguro se me olvida. Pero en Fuji ha sido un auténtico despropósito, porque con ruedas desequilibradas y la configuración aerodinámica destrozada tras el choque con Vettel, el Nano se podía haber matado, así, como suena, porque al parecer en el equipo a nadie se le ha ocurrido avisarle de que no debía ir a todo tren porque su coche iba dañado.

Me quedo con Kovalainen, y Raikkonen, y el rollete que se han marcado Massa y Kubica en el último tramo. Y lamento lo de Webber y Vettel, porque aunque penalicen a Hamilton (no lo creo) nadie les va a devolver los puntos que han perdido.

Y a colación de las maniobras del británico detrás del Safety Car... recordar al respetable que se prohibieron cuando a Alonso le dio por emular lo que hacía el gran Schumacher, y que si esta mañana no le han sacado al inglés la bandera negra no ha sido por otra cosa que porque la única que tenían en Fuji iba iluminada en el centro con una calavera blanca con dos tibias.

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