Lo que le faltaba a Carlos después del sangrante Gran Premio de Austria que le ha metido Ferrari entre pecho y espalda, es tener que escuchar (o leer) a los defensores de la llama de turno, así que mejor le dejamos en paz para que vaya madurando abandonar Maranello lo más rápido posible, y ver así si Fred Vasseur contenta a Il Predestinato y saca a La Scuderia del hoyo donde anda metida, azar en el que no creo, ya lo voy advirtiendo.
No obstante hay algo de bueno en toda esta historia, pues a lo mejor descubrimos ahora que Binotto no era tan malo ni Leclerc tan bueno como nos los dibujaron los mismos que han comenzado a tañer las campanas por Sáinz, porque, a ver, ¿para qué vas a bregar con una pareja fuerte pudiendo prestar oídos a un llorón mientras, de tapadillo, clonas el esquema de prima donna y gregario vigente en las alineaciones de la competencia? No entiendo la extrañeza con las quejas del madrileño, la verdad, si diriges Ferrari como si fuese Alfa Romeo (Sauber), lo normal es que tu mejor piloto esté hasta el gorro de que se hable de «jugar en equipo» y le toque comerse los marrones.
Os leo.
1 comentario:
Será gracioso ver que Sainz gane a Leclerc y Vasseur con un Sauber.
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