Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio...
Me dejo de florituras y de preliminares extensos. El Gran Premio de Australia ha salido torcido para Fernando y a estas horas los suicidas andan tirándose al vacío desde el primer piso en vez de aguantar hasta la azotea para hacerlo, hay quien se pregunta si ha sido niño o niña, si ha resultado galgo o podenco, y, en líneas generales, más que buscar realidades, la gente trata de encontrar argumentos que refuercen esa semillita putrefacta que han estado sembrando los medios.
Salvo que lleves un pepino como el que antaño manejaba el hijo del viento, lo de las remontadas épicas siempre ha sido un poco leyenda urbana. Cuando no dispones de un misil bajo el culo hay que poner algunas velas a los santos patrones, a la Virgen de Covadonga en este caso, y esperar que todo salga según se había planeado. Y bueno, Vettel no ha tenido un gran día y el asunto del Safety Car nos ha pillado con el pie cambiado...
La clasificación sigue siendo esencial en nuestro deporte. Desconozco si esto es bueno o malo, pero sí sé que es lo que es. Un buen puesto el sábado augura un resultado razonable el domingo; uno malo, empero, te obliga a jugar a la ruleta rusa y, bueno, la cosa puede torcerse y llevarte a terminar último y con vuelta perdida sin que ello, esencialmente, signifique otra cosa que la cagaste veinticuatro horas antes, minuto arriba, minuto abajo.
A ver, queda mucha temporada por cortar y es demasiado pronto para abrirse las venas. Enstone debe clasificar mejor, tanto con Alonso como con Ocon, y en plan consejo que nadie me ha pedido: debe hacerlo con aspiraciones de podio, no en plan me conformo con un 6º o un 7º porque se me han caído dos o tres rivales delante.
La actitud es primordial. No veo a Szafnauer muy puesto en estas lides pero esta otra historia que iremos desarrollando. Enstone tiene la obligación de calificar bien, con Esteban y Fernando, y dejarse de jugar a la ruleta rusa los domingos porque los sábados han salido cutres de cojones.
Os leo.
1 comentario:
Tres carreras llevamos y parece que el único piloto malo malote de toda la parrilla es un asturiano que como los galos de Asterix resiten una y otra vez a esos locos romanos (los ofendiditos de turno).
Tres carreras llevamos y ya le están poniendo dinamita en el asiento para que salte por los aires y poner en su lugar a un "megapiloto" llamado Orcar apellidado Piastri (tendrá que ver su apellido algo en como pía, pía y pía un asiento en la F1).
Tres carreras llevamos y vales tanto como tu último gran premio. Lo que se valora es quedar en los puntos sin arriesgar y sacando pecho porque estás delante de tu compi. Que viene el lobo, que viene Fernando....... (espero que "The guilty le repita esta frase una y otra vez al francesito para que demuestre los coj.... que se le supone que tiene).
Tres carreras llevamos y quedan veinte, y hasta el rabo todo es toro.
Un saludo de un alonsista.
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