La controvertida apuesta por abandonar la UP Renault y pasarse a la de Mercedes-Benz en 2021 se ha demostrado una decisión clave en el devenir de McLaren durante la temporada pasada.
Existían muchos riesgos en adaptar el propulsor alemán al chasis de un monoplaza diseñado alrededor de la unidad de potencia francesa, que por normativa debía alargar su vida útil una campaña más y con un estrecho margen de maniobra para evolucionar (tokens), pero en Woking lo han conseguido y el MCL35M se ha convertido en el rey indiscutible de la montonera, ya que, en sentido estricto, Ferrari debía estar un pasito por delante pues era lo lógico tras su desastroso 2020...
Así las cosas, si en 2020 Woking consiguió una ventaja de tan sólo 7 puntos sobre su inmediato perseguidor (Racing Point, ahora Aston Martin), en 2021 ha metido 120 a Alpine, lo que habla a las claras de su progreso frente a los rivales.
En fin, este escenario nos ha regalado una bonita guinda de pastel que ha consistido en el espectacular tú a tú mantenido con La Scuderia, revitalizado a partir del momento en que Daniel Ricciardo se enchufó definitivamente con su victoria en Monza (GP de Italia). Desgraciadamente, la tesorería de la inglesa no es igual de fuerte que en el caso de la italiana y el MCL35M, una vez cumplido su cometido, ha ido languideciendo en pista en favor de los de Maranello, los grandes beneficiados. No obstante, las bases del maridaje entre McLaren y Mercedes-Benz ya están puestas y, como podéis imaginar, esto resulta muy prometedor de cara a 2022.
Os leo.
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