miércoles, 28 de agosto de 2019

¡A por la sexta, Carlos!


El cambio de Gasly por Albon le ha venido que ni caído del cielo a Carlos, ya que el paso del francés a una montura inferior le supone al madrileño quitarse de encima un claro rival en el dominio de eso que se llama vulgarmente «la zona del resto de los mortales».

Arriba, como de costumbre, las seis primeras posiciones están ocupadas en estos momentos por los seis pilotos de las tres únicas escuderías que cuentan, y a lo que vamos, Pierre andaba muy descolgado con respecto a Charles Leclerc y su sexta plaza se insinúa como un bonito premio para nuestro compatriota —de ahí no va a pasar, obviamente—, máxime cuando en marzo y abril nadie daba un céntimo por él...

Bueno, soy consciente de que a finales de agosto, con McLaren cuarta en el Mundial de Constructores y Carlos en el séptimo escalón de la tabla de Pilotos, te ganas un disgusto si recuerdas a más de uno lo que decía hace unos meses, cuando aún no habíamos llegado al Gran Premio de Azerbaiyán y el proyecto de Woking adolecía de todos los males del infierno y alguno más según nuestros provectos gurúes. Superado aquel tramo, la historia simplemente pinta bien distinta, gracias a Dios.

A mí no me importa que me recuerden nada porque estoy acostumbrado a vivir entre contradicciones y, si puedo, a superarlas. He dudado de Carlos aunque siempre he procurado relativizar mis sensaciones a la propia obra y milagros del MCL34 y al enorme trabajo que precisaba ponerlo a punto. Ahora da la sensación de que todo ha podido resultar sencillo, incluso que esa previsible sexta plaza al final de campeonato puede suponer más un regalo que un premio.

Es una cuestión de semántica y no, no son lo mismo. Los premios son la consecuencia lógica de una labor meritoria y los regalos, pues eso, servirán a muchos para atizar fuegos y para seguir intentado desgastar la figura del español. Nada nuevo en todo caso.

En fin, Albon está muy lejos en el Mundial de Conductores y me animo a afirmar que no va a suponer un problema ni siquiera a bordo del RB15. El año que viene veremos, pero en 2019 no compro que sea capaz de conquistar la sexta plaza porque ésta tiene todas las papeletas para ser de Carlos Sáinz. Pero que no se nos olvide, todavía queda bastante trabajo por delante y mucho escuchar agurios y sentencias de todos los colores y tonos conocidos.

Os leo.

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