jueves, 24 de mayo de 2018

La ola de Tabac


La curva Bureau du Tabac se llama así porque allí se localizaba un pequeño dispensario de tabaco, un estanco, vamos, y el caso es que durante la disputa del Grand Prix de 1950 el lugar adquirió una relevancia increíble ya que durante el primer giro una ola abatió el lugar acabando con las aspiraciones de nueve participantes.

A ver, Mónaco es un puerto y lo era aún más en aquella época que estamos recordando. 

El gran dique exterior no se había construido aún y el mar superaba las viejas estructuras de protección para andar por la dársena como Pedro por su casa. Tampoco ésta estaba anegada de pantalanes ni, por descontado, se arremolinaban en ella tantos yates y barcos como en la actualidad, de forma que el Mediterráneo era un poco el dueño y señor de la zona, y si tenía una tarde tonta pues tocaba asumirlo con naturalidad.

Y en estas estábamos el domingo 21 de mayo de 1950 cuando se da la salida en su ubicación de entonces, bastantes metros antes de la curva GazomêtreLa Rascasse ni Antony Noghès existían—. Luce el sol, y arrancan los 19 coches clasificados (eran 21, pero Pian y Whitehead no se presentan en parrilla) con Nino Farina liderando la prueba luego de sorprender en la arrancada a Fangio, el poleman, aunque la alegría le durará bien poco al de Turín porque el de Balcarce se resarce en un santiamén.

Sin incidentes reseñables, la serpiente de color se prepara para terminar la primera vuelta cuando el mar pretende cobrar protagonismo y una ola empieza a lamer el muelle, elevándose, yendo al encuentro de los bólidos precisamente en Bureau du Tabac, donde sortea definitivamente el parapeto y desborda sobre la pista cuando los monoplazas están pasando.

Fangio se libra por muy poco, pero Farina y Fagioli caen en la húmeda emboscada. Sus coches derrapan al perder el contacto con el suelo y mientras el del primero golpea la pared y rebota, el del segundo queda inerte y perpendicular a la pista, lo que a la postre forma un tapón de mil pares de narices donde se irán estrellando sus inmediatos perseguidores con mayor o menor fortuna.

En total, serán dos Alfa Romeo, un Cooper, tres Maserati, un Talbot, un ERA y dos SIMCA, los que darán por terminada su aventura en Mónaco con la bromita de la ola. El Chueco vencerá después de haber completado las 100 vueltas que componen el Grand Prix, a la cola de su Alfa Romeo, Alberto Ascari con un giro perdido y Louis Chiron en tercera posición con tan sólo 98 acumulados.

Os leo.

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