lunes, 18 de septiembre de 2017

Los esclavos felices


Da igual a qué hora leas esto, seguro que se está buscando un culpable para lo ocurrido en los primeros metros del Gran Premio de Singapur, cuando bajo mi humilde punto de vista a lo más que se puede llegar es a encontrar responsables. Charlie, sus secuaces y mamporreros, son los que han convertido la responsabilidad en culpa sancionable, aunque, bien es verdad, sólo en determinados casos, lo que aún complica más las cosas.

Ayer escribía que soy muy huevón para todo esto porque entiendo que lo normal, casi siempre, es que haya mucho riesgo de contacto cuando dos o más pilotos luchan por una determinada posición en pista. Si no existe intencionalidad no debería haber pena, soy así de sencillito. 

Al hilo, nos pongamos como nos pongamos ayer veo errores de cálculo, prisas, miedos, mala suerte, pero no intención, y es que al diablo se le ocurre (o a los de Sky Sport, por ejemplo), insinuar siquiera que alguien podía sacar tajada provocando una situación cuyo desenlace era totalmente imprevisible. Eso precisamente es un lance de carrera: una situación imprevista que tiene origen y final, obviamente, pero que careciendo de intencionalidad debería quedarse en el cajón de las anécdotas del motorsport, numerosas por cierto, en vez de servir para que la FIA justifique los sueldos y gabelas que percibe su personal más notorio y elevado.

Hablaré de Sebastian esta semana, y también de Whiting. Y de Andrew Benson, y de Max y de Kimi, y de Fernando y de la lluvia sobre Marina Bay. Pero permitidme que estrene la mañana mencionando la extraordinaria labor desempeñada por Carlos Sáinz en Singapur, porque para llegar cuarto hay que finalizar previamente la carrera y en este sentido, cabe decir que nuestro madrileño evitó con mano maestra meterse en fregados inútiles para acabar rozando el tercer cajón del podio.

Podemos desmerecer lo conseguido por el español contando mil y una batallitas. 

Sí, no estaban Vettel ni Verstappen ni Raikkonen, pero esto también vale para Hamilton, Ricciardo y Bottas. Tres fichas importantes del ajedrez desaparecieron en los primeros suspiros de la carrera, pero repito: había que terminarla, y, además, montando un Toro Rosso.

Hemos hablado tantas veces de la poca importancia que se da a las gestas teloneras, por pequeñas que sean, que os confieso que hace unas horas se me escapó una lagrimilla descubriendo en redes sociales que todavía existe gente que las valora incluso fuera de nuestras fronteras, que incluso concita alrededor de su alegría la estupidez de esa parte del respetable que no repara en gastos con tal de amargar los dulces con su bilis, todos los dulces.

Dicen que el día más importante para un esclavo es aquel en que disfruta por primera vez de su libertad. Así, hay quienes siguen siendo esclavos toda la vida porque no saben gestionar su existencia siendo dueños de su destino. Carlos nos mostró ayer que está hecho de otra pasta y que se puede seguir confiando en él. Cedido a Renault por un año a partir de 2018, libre por fin, lejos de bajar los brazos se dejó los cuernos en Marina Bay por dar a Faenza un nuevo puñado de puntos y, lógicamente, el cuarto puesto nos supo a poco.

Os leo.

5 comentarios:

enrique dijo...

En contraposicion a su compañero de equipo que tuvo un error impropio de un piloto de F-1. Hay un factor clave que es saber leer las carreras. No hay muchos pilotos de los 20 que conforman la parrilla que sepan hacerlo.

chema dijo...

Que gran carrera de Carlos, en un entorno muy difícil. Para mi tras la primera curva y su consecuente SC, el resto de carrera giró en torno al desempeño del español que jugó en la liga de los mayores, de los Bottas, Hulkemberg, Perez... Enhorabuena!!!

Aficionando dijo...

Creo que en la última carrera con lluvia se inició la salida tras el coche de seguridad. A mí no me gusta y en aquella ocasión todo el mundo puso a parir a Charlie Waiting. Ésta se corría de noche y con lluvia. La pregunta es por qué no se llevó a cabo una salida lanzada. Si se hubiera hecho quizás ahora Ferrari estaría celebrando el liderato de Vettel.

anonimo dijo...

Ví los "replay" del accidente, desde diferentes cámaras, y no encuentro aún un responsable único. En esto coincido contigo.
No me termina de caer la declaración de Max, diciendo que los demás "si están luchando por el campeonato" deben ser mas precavidos que él. Es una especie de "si yo me la juego hazte a un lado" que no me conforma para nada.

Anónimo dijo...

Si señor, lo de la salida fue un lance de carrera, y lo de Carlos un CARRERON así, en mayúsculas. Normal qie al finalizar la carrera le gritaran por radio "¡No te vamos a dejar ir!" Glups...ahí tengo que decir que me asusté....a que los cabrones estos al final no lo ceden...pero bueno, supongo que eso ya está más que firmado. Un abrazote Jose, y como te dije a través de twitter, el domingo vi volar por el aire "tu jamón" ;-P abrazos!