viernes, 5 de septiembre de 2014

Gran Torino


Esta vez he prolongado más de lo habitual esa tregua que puntualmente se abre cada mes en esta pequeña bitácora, en la que me alejo lo suficiente de todo esto pero no lo bastante como para dejar de seguir escuchando el ruido de los motores.

Sin embargo, puedo decir que además de tomar aire he aprovechado el tiempo, no tanto como habría querido, es verdad, pero sí hasta el punto de que durante esta semana de aterrizaje laboral, los deberes hechos me han permitido enfrentar las mismas cosas de siempre con un talante radicalmente distinto.

No sé si la culpa la tiene que en agosto me he visto casi de un tirón las cuatro temporadas de The Walking Dead, que por no perder el hilo cayeron las cinco de Resident Evil y Guerra Mundial Z y como guinda del pastel, confieso que me he metido entre pecho y espalda la impagable Cockneys vs. Zombies.

Me falta por visionar Un hombre y una mujer, recomendación personal de Mario Madueño, cinta que espero pillar en cuanto me acerque a Bilbao para terminar así mi periplo por el cine de carreras del que os hablaba a comienzos del mes pasado, pero entre lo que os he contado y que me he pimplado también la serie The River, Riddick y El Origen del Planeta de los Simios como postre, espero que entendáis que duerma con mi Beretta de plástico bajo la almohada, que agosto me huela a estas alturas a restos de palomitas en sala de cine y que septiembre, se me insinúe como un pím-pám-púm en el que no pretendo dejar títere con cabeza por la cuenta que me tiene.

¿Y a qué viene esta bobada? Pues inceramente no lo sé ni tampoco me importa demasiado saberlo. Había que empezar por algun lado y aquí estamos, a jueves en Monza, con Dani Juncadella, Roberto Merhi y Fernando Alonso compartiendo circuito que no Fórmula 1, porque la fiesta sigue yendo por barrios y en nuestro bendito deporte, aún más.

Total, que entre el jueves pasado y hoy viernes ha transcurrido quizás demasiado tiempo, pero eso se arregla en dos o tres entradas en las que como de costumbre, procuraré estar a la altura de las circunstancias antes de que os recite aquello de «¿Nunca os habéis cruzado con alguien a quien no deberíais haber puteado? Ese soy yo.» Y es que sí, hoy cae Gran Torino. Necesito verla como un yonki su chute de heroína diario, y mañana o dentro de un rato, si eso, volvemos a hablar de la decimotercera prueba del Mundial, que eso sí que es droga dura.

«... era un 14 de febrero en Arrasate
mientras me mirabas el alfabeto
y el futuro yacía a los pies del desastre.»

Os leo.

1 comentario:

GRING dijo...

Jose, yo creo que esta bobada viene a cuento de que la F1 está llenita de zombies. Su mandamás, el primero. Un saludo