La madre que nos parió [Brasil]

Esta tarde, un viejo Brabham BT49 ha recorrido el circuito José Carlos Pace (Interlagos) con un tricampeón del mundo al volante (Nelson Piquet, el de la oreja arrullada, coronado en 1981, 83 y 87), para recordarnos lo cutre que vivimos la F1 ahora, porque ha sido darse la salida del G.P. de Brasil y ver cómo el misil de Vettel tomaba las de Villadiego, como de costumbre, para que el piloto de Heppenheim se sintiera posteriormente como Senna en el 91 en pleno choteo sobre la competencia y el cautivo auditorio radiofónico y televisivo, a cuenta de unos supuestos problemas con la caja de cambios que no tenía mayor intención que servir de excusa a una victoria de Mark Webber que ha sonado a reinona meapilas dándole la calderilla dominical al pobre de turno a la salida de misa, mientras le aconseja circunspecta y puntillosa, que no se lo gaste en vino porque es pecado.

Así, no, por Dios, así no. No, no y no, no puede ser que todo se reduzca a una comedia boba en la que una empresa que produce bebedizos trata de hacer historia deportiva riéndose de la peña a golpe de talonario y trampas de dudoso gusto. No puede ser que todo se sintetice en una idiotez de incalculable calado en la que un chaval que vale su peso en oro sea capaz de ser tan tonto como para participar sin parpadear en tamaña bufonada.

Vale, me desperezo y me reseteo. Por si acaso me pellizco el brazo, no sea que todavía esté dormido...

La zona de DRS se ha mostrado bastante escasa, los Ferrari han naufragado de nuevo, Jenson ha ganado merecidamente su subcampeonato y mi buen Lewis ha claudicado de nuevo (no sé lo que se traen Nicole y él, pero algo falla). Schumacher ha tenido destellos, Fernando ha realizado un adelantamiento de los que hacen época, por el exterior, como los jabatos, y poco más porque no me ha dado la gana ver más, más allá de escuchar lo de me siento como Senna en el 91 en boca del crio al que deberemos rendir pleitesía y tratar como adulto hasta que termine la sesión 2012, porque se ha coronado como el bicampeón más joven de la historia del automovilismo gracias a que ha llevado debajo del culo un coche que es capaz incluso de hacer ganar a Webber cuando al muro de Red Bull Racing le conviene.

Ayer, alguien muy cercano se sorprendía en Twitter de que el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española no contemplase la palabra conspiranoico, contraccion vulgar de conspiración y paranoico, y hoy Red Bull se ha encargado de desvelarnos la razón de tal ausencia.

Sí, esta tarde, en Brasil, en la tierra de Ayrton y José Carlos, Rubens, Emerson, Ricardo, Nelson, Bruno y tantos otros, se ha bajado el telón de esta temporada 2011 que a todas luces debería suponer un punto y aparte, pero que lamentablemente sólo será un punto y seguido en este trágala infecto en el que nos han metido Bernie y su sentido del negocio.  

No sé si nos lo merecemos, pero en todo caso grito al cielo un sonoro ¡la madre que nos parió! y de paso un ¡dejad a Senna en paz!, por si hay alguien al otro lado capaz de escucharlo y tomar unas medidas que ya nos van haciendo falta.

Os leo.