Mis conclusiones [Red Bull]

Antes del G.P. de Alemania (10ª prueba), Red Bull ocupaba el 5º lugar de la general, a 1 punto de Toyota, y por delante de Williams, Renault, Honda, Toro Rosso, y Force India. A partir de ese momento se hundía irremisiblemente. Sin embargo, a pesar de la 7ª posición obtenida finalmente en la tabla de constructores, hay que reconocer que la escudería ha doblado la rodilla cuando las carencias de potencia y el cambio de dureza de los compuestos Bridgestone han comenzado a pasarla factura.

Por si fuera poco, si el año pasado sus vehículos entraban en 7 ocasiones en los puntos y abandonaban en 10 por causas mecánicas, en 2008, los RB4 han puntuado en 10 carreras y sólo han abandonado en 2 ocasiones por roturas. A tenor de esto datos, y en sintonía con lo que comenté en marzo pasado, el nuevo camino abordado por Red Bull parece haber comenzado a tomar forma, y se podría decir que el anuncio con ruedas es ya una escudería que busca cumplir expectativas serias, aunque este año le haya faltado algo de suerte.

Y es que obviamente, los resultados no han acompañado a las mejoras conseguidas en el plano mecánico y en el deportivo, y las razones podemos encontrarlas en las limitaciones del motor Renault RS27 cliente —que han quedado patentes ante las cualidades demostradas por los Toro Rosso (idéntico chasis, pero con motor Ferrari) a partir de la segunda mitad de la sesión—, y en una respuesta insuficiente ante los problemas derivados del comportamiento de los neumáticos a bajas temperaturas (la segunda mitad de la temporada ha sido sensiblemente más fría que el mismo tramo de 2007), lo que ha originado una merma considerable de las prestaciones de los monoplazas.

En otro orden de cosas, hay que buscar en el comportamiento desigual de sus pilotos la circunstacia agravante que ha situado el fiel de la balanza en un lugar tan poco meritorio, porque si en pretemporada apostaba claramente por David Coulthard sobre su compañero australiano, debo admitir que el último año como profesional del escocés, ha dejado mucho que desear, pues su comportamiento ha sido tremendamente irregular y en exceso dócil, y sólo se ha visto paliado por el podio conseguido en Canadá (3º). Por el contrario, Mark Webber me ha sorprendido gratamente por su enorme regularidad, tanto en calificación como en carrera, lo que podría haberle permitido sumar un saldo mucho mayor del conseguido de no haberse encontrado, tras el paso del ecuador, con un coche que no respondía a sus posibilidades.

Por lo tanto, en líneas generales tengo que decir que esta Red Bull de 2008 me ha gustado, y que por ello me aventuraría a decir que su comportamiento durante este año puede suponer una buena tarjeta de presentación de cara a 2009, y más con la incorporación a sus filas de Sebastian Vettel como sustituto de David Coulthard.