Amores que matan

Bernie no se ha distinguido nunca por tener pelos en la lengua y, como me dirá Joserra (Ligasórdida) dentro de unos días: a Hamilton le gusta que hablen de él, pero no en estos términos [Bernie Ecclestone urges Lewis Hamilton to retire from F1: «He is tired»].

El caso es que, con ocasión del Gran Premio de Sao Paulo, el nonagenario ex mandamás de la F1 se ha puesto a rajar, como podéis comprobar en el enlace del párrafo anterior, y nos ha dejado algunas perlas al respecto del heptacampeón mundial, entre las que cabe destacar que su contratación por Ferrari ha sido una mera operación de marketing financiero —menos mal que no ha mencionado la venta de camisetas [MMDOAT]—. Así las cosas, mientras aprovechaba que el Pisuerga sigue pasando por Valladolid para tirar de las orejas a Vasseur y la tropa de Maranello, como en los viejos tiempos aunque con otros protagonistas, el anciano Boss ha tildado de fracaso la aventura y ha recalado en el astro inglés para decirle a la cara lo que muy pocos se atreven.

Desde el final apoteósico de Abu Dhabi '21 Lewis no es sino una sombra de sí mismo, situación que ha empeorado considerablemente vistiendo de rosso. En total, con éste son cuatro años sin comerse un colín después de haber mordido el polvo en el citado 2021, lo que suman cinco huecos en el casillero que cada vez son más difíciles de explicar en un piloto al que se ha ensalzado como el más grande de todos los tiempos.

Lo cierto es que la legendaria Bruja de Blancanieves parece que lo estaba buscando, pues la nueva andanada incide en algo que ya dijo a su compatriota a comienzos de agosto [Bernie Ecclestone aconseja a Lewis Hamilton que se retire], y lo que te rondaré morena si no cae alguna más, ya que, al igual que sucedió con Sebastian Vettel, el auténtico Talón de Aquiles de este tipo de productos no está en ellos ni en su desempeño en pista, sino en el amor desbordado de quienes no saben aceptar que toca parar ni cuando sus ídolos literalmente se deshacen ante sus ojos.

Bernie ama a Lewis, pero Lewis ya no sabe fingir orgasmos.

Os leo.