Tras algunos años intentando «pillar» la filosofía de diseño de los Haas, confieso con toda la humildad disponible, que sigo sin acercarme a ella ni tanto así.
Habiendo terminado 2022 ocupando la octava plaza en la general de Constructores, imaginaba que la de Steiner iba a asumir más riesgos en su coche para esta sesión, pero no, el VF-23 es igual de raruno que sus antecesores. Que, a ver, a lo mejor aciertan con el planteamiento, no voy a discutirlo.
Más estrechito de morro que el VF-22, el monoplaza de esta temporada pasa olímpicamente de buscarle las vueltas a los flujos laterales bajos y medios, y se concentra en alimentar el alerón trasero desde la misma raíz de los pontones IKEA style. Así las cosas, encontramos una generosa superficie a la altura de la parte superior del habitáculo que se modela lo justito para asegurar que el caudal principal llegue alineado y en cantidad al ala posterior.
Encontrar aquí similitudes con las ideas de Maranello me parece mucho buscar, pero bueno, Haas se ha destacado por adaptar los motivos que funcionaban en Ferrari —incluso comprándolos—, aunque el resultado no sea tan hermoso como en los coches de la rossa, de manera que tampoco hay mucho que objetar aquí. Sea como fuere, la normativa buscaba acabar con el «marsopeo», y nada mejor para ello que incidir en que el difusor y el fondo curvado dispongan del aire necesario, sí, pero sin pasarse, y trasladar el grueso de la responsabilidad de obtención de downforce en la zaga al alerón trasero.
Lógicamente obtenemos así un vehículo rápido en recta debido al menor drag aerodinámico del suelo, que en virado va a precisar de algo más que buenas manos.
Esta parte también está resuelta, al menos nominalmente. Nico Hulkenberg y Kevin Magnussen están habituados a extraer las esencias de cuanto hierro cae en su esfera de responsabilidad y, en este aspecto, el VF-23 no les va a resultar demasiado extraño, ni manejable.
Ahora bien, si la épica hazañosa de la escudería de Banbury/Kannapolis alcanzó cotas inimaginables con Grosjean y Magnussen al volante, preparémonos este año, porque, a lo mejor, Hulk y su compañero se ven obligados a defender la octava posición en el de Marcas —escalar de ahí lo veo harto complicado— a fuego y tierra quemada, y sin hacer rehenes, que dicen.
Os leo.
1 comentario:
¿Estos cambios normativos afectarán a la idea de que los coches se puedan seguir de cerca? Porque si es así, nos sobran las alforjas.
Publicar un comentario