Mercedes AMG se ha coronado esta tarde como heptacampeona del Mundo de Constructores, como viene siendo tradición por estas fechas desde 2014, momento de arranque de la llamada etapa híbrida.
Os podéis imaginar. La romería ha comenzado inmediatamente concluida la ceremonia del podio. Todo el mundo ha saludado la nueva gesta y ha felicitado a los ganadores in situ y en redes sociales. Agún incauto incluso ha llevado toallas para secar tanto sudor como se supone que acarrea la culminación de una hazaña de este tipo, pero, salvo esta chispeante nota de color, la cosa ha discurrido como siempre porque siempre que vence Brackley lo hace por goleada y con varias carreras de margen por delante.
No me enrollo. 2018, 2019 y ahora 2020 a 1 de noviembre, y porque esta temporada la hemos empezado tarde. Mercedes AMG es digna merecedora de todo lo que consigue, faltaría más ponerlo en cuestión, pero hablemos con propiedad: gana porque no tiene rivales, algo que no ha preocupado lo más mínimo a la FIA desde 2014, precisamente. En este sentido, hoy ha sumando un entorchado más, tan sólo eso.
Os leo.
2 comentarios:
Mercedes AMG gana porque la FIA precisamente le ha cortado las alas a los demás desde el comienzo de la era híbrida. Es una verdad tan obvia como las vertidas por Norris y Stewart sobre El Mierda. Es un "tú compras, yo vendo, y lo enmascaramos de purpurina" tan antiguo como el capitalismo.
A saber q llevan y han llevado encima todos estos años para tan brutal superioridad. Desde los famosos entrenamientos pues eso, q algo huele a podrido.
King Crimson
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