sábado, 12 de enero de 2019

Mal asunto


A pesar de que lo he pedido por activa y por pasiva, nadie parece haberme hecho caso con Charles Leclerc y el chaval está siendo manoseado sin siquiera haberse subido al coche de 2019.

No voy a poner más peros al asunto porque a fin y a cuentas su caso es idéntico al de otros pilotos y a falta de gallina buenas son las habas, que dicen. Los inviernos en Fórmula 1 son proclives a este tipo de situaciones plagadas de hipérboles y en tanto en cuanto no se demuestre lo contrario, podemos aceptar como animal de compañía que Charles es la esperanza de Ferrari y le va a poner las cosas mucho más difíciles a Sebastian.

Otra cosa es que la articulación de este concepto papilla es erróneo y si lo aceptamos tal cual nos está llegando a través de la prensa, estaremos dando por bueno que Maranello necesitaba un tipo determinado de esperanza y que Raikkonen ha sido el problema, al menos durante 2017 y 2018.

Es obvio que este no es el escenario real. Para cuando surgieron las peoras en la rossa en la parte final de la penúltima temporada, Vettel ya había dejado vivo a Hamilton más de lo debido y había cubierto una bonita cuota de desastres en pista (Azerbaiyán y Singapur), y para colmo, se arrugó incomprensiblemente cuando más se le necesitaba. Esta pasada sesión ha sido más de lo mismo: no aplastar a su directo rival cuando podía, cometer errores y desinfle...

Si metemos a Iceman aquí la liamos parda, debido a que la participación del finlandés ha estado mediatizada siempre para beneficio de Vettel verbigracia de Maurizio Arrivabene. Ergo si le damos a uno lo suyo, lo que le correspondería al de Espoo, por aquello de los vasos comunicantes a lo peor nos encontrábamos con que el alemán no llegaba a tanto como destaca.

En fin, hemos cambiado a Kimi por Charles pero Sebastian sigue manteniendo contrato como primer piloto, y aquí está el matiz, porque lo que ha sucedido estos años pasado nada tiene que ver con el desempeño del segundo conductor sino con cómo ha desperdiciado sus opciones el primero, Seb, que ya digo que continúa en el mismo sitio de siempre.

Desconozco cómo lo gestionará Mattia Binotto o si el monoplaza de 2019 le dará al de Heppenheim la ventaja que necesita para no ahogarse en un vaso de agua, pero a priori me da que no vamos a notar grandes diferencias. Mal que queramos, el peso del equipo sigue recayendo en Vettel y si Leclerc despunta o mete en aprietos a su compañero, lo normal (visto lo visto) es que éste acuse el golpe de mala manera y Ferrari siga comiéndose un colín. 

No, no imagino que vayan por ahí los tiros. Binotto tiene obligación de articular a sus dos conductores para sacar el máximo provecho, pero la parte más delicada del engranaje sigue al frente y ése es el auténtico problemón de Ferrari en la actualidad.

Charles va de segundo de La Scuderia en 2019, como Gasly o Bottas en Red Bull o Mercedes AMG, y nos haríamos un flaco favor si ponemos sobre sus espaldas una carga responsable que ahora mismo no le atañe. Doy por seguro que Mattia lo va a proteger porque el de Mónaco es el futuro para el equipo, pero no ahora. La responsabilidad actual es de Sebastian Vettel, y me temo que habrá que poner algunas velas al santo de turno para que el zagal acierte de una puñetera vez.

Os leo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Las acciones de la compañía Vettel pierden valor conforme pasan los días.

No han hecho ni puto caso a su deseo de mantener a Raikkonen. El jefe de equipo que lo protegía ya no estará. No creo que la dirección confíe en él.

Están esperando a que acabe su contrato.

chema dijo...

Seb ha batido a Kimi en toda regla, primando a Kimi en la estrategia solo hubiesen quitado algún punto a Seb, nunca batir a Mercedes-Hamilton. En 2018 Kimi ha realizado su mejor temporada en su segunda etapa en Ferrari y los números de calificación y carrera siguen siendo favorables a Vettel, como lo han sido con todos sus compañeros de equipo desde que debutó en F1, con excepción de Ricciardo,

Forza!!!

Anónimo dijo...

Por eso le cambiaron al compañero, y jefe de equipo. Se le acabaron los privilegios.

Anónimo dijo...

Ferrari no puede mantener un piloto que se ha convertido en el hazmerreír de la F1.