Estamos de enhorabuena, aprovechando que de un tiempo a esta parte Honda se ha convertido en un perfecto sí es no es que no hay por dónde agarrar, los abundantes santotomases que desde febrero pasado venían reclamando que la japonesa se las pirara por donde había llegado, han comenzado a virar posiciones pero despacito, despacito, como dice la canción.
Es un buen síntoma, desde luego, pero va a haber víctimas, como si lo viera.
Siempre queda algún rezagado, por ejemplo, que desconociendo el mecanismo del rigor caiga quien caiga persiste en su peligrosa aventura en alta mar, exponiéndose con ello a sufrir de perplejidad y de soledad infinita cuando a sus espaldas empiece a sonar el ya lo dijimos o el como veníamos diciendo, y eso si no lo señalan con el dedo, por no haber sido más avispado, los mismos que indicaban hasta hace quien dice nada cuál era el rumbo a seguir.
En fin, a rigor muerto rigor puesto y que viva —¡Viva!—, ya sabéis...
Sea como fuere, la nueva especificación de la unidad de potencia de Sakura está obrando el milagro que citaba más arriba, al menos en la prensa, que queda por ver cómo resulta compitiendo en Silverstone. Y qué queréis que os diga, estos momentos que se viven en el filo de la navaja informativa resultan irrepetibles para todo aficionado que se precie de ser llamado así. Nadie sabe nada, pero todo el mundo hace que sabe, y así.
En todo caso, ya os digo que no tenía que estar escribiendo a estas horas, y menos al amparo de un título y una imagen que os hará preguntaros, una vez más, qué cojones hago haciendo caso omiso de las recomendaciones para triunfar en internet, o por qué paso olímpicamente del coño SEO (Search Engine Optimization).
No, no tenía que estar escribiendo porque en un rato comienza la prueba propiamente dicha, y de aquí a que nos metamos en la cama, Honda todavía puede provocar infartos, dar más de lo mismo o producir algún que otro expediente X, por separado o junto, dependiendo de quién nos lo cuente.
No obstante, el Gran Premio de Gran Bretaña siempre merece unas líneas previas. Tras el desastre de la Segunda Guerra Mundial, nuestra vida comenzó de nuevo en Silverstone...
Venga, va. El título de este texto se corresponde con la primera pista de la banda sonora de Life, una película que cuenta cómo llega a la ISS un organismo extraterrestre chiquitito, chiquitito, que gracias al oxígeno y la energía de la estación espacial se convierte en un ser grande, tan voraz como incontrolable. Y la imagen retrata el Lotus 49 vestido de green racing con librea amarilla que condujo Jim Clark...
Os leo.
Es un buen síntoma, desde luego, pero va a haber víctimas, como si lo viera.
Siempre queda algún rezagado, por ejemplo, que desconociendo el mecanismo del rigor caiga quien caiga persiste en su peligrosa aventura en alta mar, exponiéndose con ello a sufrir de perplejidad y de soledad infinita cuando a sus espaldas empiece a sonar el ya lo dijimos o el como veníamos diciendo, y eso si no lo señalan con el dedo, por no haber sido más avispado, los mismos que indicaban hasta hace quien dice nada cuál era el rumbo a seguir.
En fin, a rigor muerto rigor puesto y que viva —¡Viva!—, ya sabéis...
Sea como fuere, la nueva especificación de la unidad de potencia de Sakura está obrando el milagro que citaba más arriba, al menos en la prensa, que queda por ver cómo resulta compitiendo en Silverstone. Y qué queréis que os diga, estos momentos que se viven en el filo de la navaja informativa resultan irrepetibles para todo aficionado que se precie de ser llamado así. Nadie sabe nada, pero todo el mundo hace que sabe, y así.
En todo caso, ya os digo que no tenía que estar escribiendo a estas horas, y menos al amparo de un título y una imagen que os hará preguntaros, una vez más, qué cojones hago haciendo caso omiso de las recomendaciones para triunfar en internet, o por qué paso olímpicamente del coño SEO (Search Engine Optimization).
No, no tenía que estar escribiendo porque en un rato comienza la prueba propiamente dicha, y de aquí a que nos metamos en la cama, Honda todavía puede provocar infartos, dar más de lo mismo o producir algún que otro expediente X, por separado o junto, dependiendo de quién nos lo cuente.
No obstante, el Gran Premio de Gran Bretaña siempre merece unas líneas previas. Tras el desastre de la Segunda Guerra Mundial, nuestra vida comenzó de nuevo en Silverstone...
Venga, va. El título de este texto se corresponde con la primera pista de la banda sonora de Life, una película que cuenta cómo llega a la ISS un organismo extraterrestre chiquitito, chiquitito, que gracias al oxígeno y la energía de la estación espacial se convierte en un ser grande, tan voraz como incontrolable. Y la imagen retrata el Lotus 49 vestido de green racing con librea amarilla que condujo Jim Clark...
Os leo.
2 comentarios:
Hacer predicciones motoristas en este " fregao" es arriesgarse a mi preferido del cuñadismo: "estaba claro ". Hay que arriesgar, sino esto es muy aburrido
¿Se supone que la ISS es la F1 y el bichito es Honda? XD
Yo, además de las posiciones y resultados, no hago más que comparar tiempos. ALO consigue a veces "milagros" y alcanza posiciones de puntos, pero ¿has visto sus tiempos? Está a más de 2 segundos de Mercedes y Ferrari en clasificación, a los que hoy por hoy no alcanza ni Red Bull. Y en carera es muy difícil darles caza.
Imagino a ALO con el Red Bull y amargado por no poder aspirar más que a podio o alguna victoria aislada. Y eso es lo que tuvo en Ferrari y por eso se fue.
Sinceramente, alabo tu teoría y tus argumentos. Me encanta que seas positivo pero, sobre todo, que sea con criterio. Y, además, estás acertando. Pero de ahí a ver a McLaren ganar...(que no sé si tú lo esperas, pero ALO lo puso como condición para seguir con ellos) No creo que Red Bull alcance a Ferrari ni a Mercedes, así que McLaren...
Y es que Honda parece ir dando pasos por el buen camino. Pero, como todos los años, los demás también evolucionan.
A ver si esto significa un 2018 con esperanzas... otro año más...
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