Son los caballos

Me joroba lo suyo que los gurúes y los analistas de frigoríficos se pasen la vida hablando de tornillos y chirimbolos, y liguen más que los vulgares mortales, para que luego, cuando su estimable contribución a la estabilidad de la afición se hace más necesaria que nunca, seamos los analistas de sofá quienes les sacamos las castañas del fuego...

A ver, la gente se ha quedado como Kimi en la foto con el asunto de la ganancia de potencia en la unidad de ídem de Ferrari, que lejos de obrar el milagro esperado se ha mostrado insuficiente como para hincar el diente a los de Brackley. Pues bien, aunque no lo parezca, el asunto es muy sencillo de entender y, además, tiene base científica, oh, wait!

Lo hemos comentado otras veces y suelo abundar en ello cuando hablamos de Honda, así que espero que os suene si repito una vez más que un monoplaza F1 es un conjunto en el que todos los elementos que intervienen tienen que ir de la mano porque en caso contrario habrá problemas o sucederán cosas, que diría don Mariano. Bien, vamos con ello:

Un vehículo de los nuestros podría circular invertido —por el techo de un túnel, así, como suena— ya que en condiciones ideales la downforce que produce su aerodinámica es muy superior a su peso (más del doble), pero a quien parió este aforismo se le olvidó especificar qué es eso de condiciones ideales para que se entienda lo delicadito del tema.

Si el empuje es insuficiente, por ejemplo, el coche irá rápido al principio pero tarde o temprano la downforce resultará incapaz de sujetarlo al techo y se irá al suelo. De idéntica manera, si el empuje es excesivo, lo normal será que el trasto no optimice el nivel de downforce requerido y acabe perdiendo velocidad, y pata-pum, también acabará cayendo.

Las condiciones ideales son, por tanto, un escenario idílico en el cual el empuje es el adecuado y la aerodinámica funciona a las mil maravillas como para contrarrestar el peso del monoplaza, lo que nos lleva a entender perfectamente por qué los F1 no corren por el techo de un túnel y lo hacen de manera normal sobre circuitos. Y es que en Fórmula 1, lo ideal escasea, por si hacían falta más pistas.

Ferrari ha metido más caballos a su unidad de potencia en Silverstone y se ve que el SF70-H no los ha digerido bien. No es que esté mal contar con más empuje, ni que haya involución o peoras, es que el chasis y la aerodinámica del coche italiano no han avanzado lo suficiente como para que la evolución en el propulsor se plasme en tiempos y en facilidad de conducción sobre territorio británico. 

Llegará, obviamente lo hará, seguramente en Hungría, pero como decíamos hace unos párrafos: un F1 es un conjunto en el que todos sus elementos tienen que ir de la mano o sencillamente no va. Así que ahora mismo podemos afirmar sin casi temor a errar, que la evolución de la unidad de potencia es la que ha traído consigo la pérdida de prestaciones. Algo normal, algo aceptable, pero sin duda, a todas luces engorroso.

Os leo.