No decir Alonso, no decir Alonso...

Llevo encima un día estimulante y la verdad, a estas horas no sé si es bueno o malo. Ha comenzado bien temprano, sobre las 04:45 de la madrugada, momento en que tenido que socorrer a mi anciana madre de unos de esos momentos épico festivos en los que no se sujeta en el borde de la cama cuando intenta ponerse las zapatillas para ir al baño, se desliza y se tiende en el suelo en vez de intentar levantarse, para pedir ayuda a renglón seguido, como la tenemos más que advertida en casa.

El sistema funciona siempre. A pesar de mi avanzada edad soy capaz de soportar los 88 años de la mujer que me tuvo en su seno hasta ponerla en pie, aunque a veces abuse de las jaculatorias y peque para pensar luego: cómo coño no voy a pecar si a esas horas ni se ha despertado el gallo de Gorliz...

Y me he bajado al estudio con la pequeña Eileentxu haciendo de ángel custodio, porque la ladrona no me deja ni a sol ni a sombra. Y allí, mientras bebía el primer café de la jornada me he metido entre pecho y espalda los libres 3 del Gran Premio de Japón en su edición 2015, y luego he repasado otro par de capítulos del libro y más tarde, me he inyectado en vena —a la espera de ver la calificación en directo—, el segundo chute de cafeína, el que me recobra, el que me reconcilia con el mundo, el que me permite ver la realidad tal que un tsunami de gente corriente, que cree a pie juntillas en las buenas intenciones de Volkswagen y defiende a la alemana con tesón y sin rubor, ante las acusaciones de fraudulenta .

Y lo entiendo. ¡Joder, yo también fui joven una vez...!

Y cuando la jornada se debate a estas horas entre si los coletazos de la gripe sólo afectan a la estirpe del abuelo Ramón o pueden golpear en menor medida a los otros de la película de Amenábar, me he hecho varias veces de cruces porque Christian Horner, el marido de la ex Spice Girl Geri Halliwell y a la sazón, manús de Red Bull con el permiso expreso de herr doktor Helmut Marko, hoy acierta cuando erraba hace bien poco.

No, no os pongáis finolis ni os rasgueís las vestiduras. Voy a hablar de Vettel porque de Vettel habla hasta la portera o la frutera que tiraban para atrás al estirado aficionado a la Fórmula 1 que se pone húmedo soñando con que no haya deporte para todos los públicos, sino para unos pocos elegidos. 

Ahora que Ferrari está sube que sube, el alemán es Trending Topic —#TT para los amigos de la almohadilla y las siglas de los cojones—, y este blog, que se precia de surfear la cresta de la ola de la actualidad en cuanto tiene posibles, no podía dejar pasar la oportunidad de mencionarlo cuando parece que hay obligación de hacerlo. Hoy por ejemplo. 

Y total, todo porque el hombre que dijo no hace tanto que el tudesco pensaba en el retiro tras la tunda que le había metido Ricciardo [Nel 2014 Vettel ha pensato al ritiro], o comentaba aquello otro de que el australiano había tenido mucho que ver en el desinfle del robot [Ricciardo è un dettaglio che ha influito], hoy ha tenido la ocurrencia de decir que Sebastian es el piloto más completo de la F1 cuando, y cito: «È nelle condizione giuste.»

Coño, Christian, así soy completo y perfecto incluso yo, no jorobes. Aunque te agradezco como no imaginas, que a pesar de llevar escrito en la mano que de Alonso no se habla, no, no y no, se te haya escapado «Se oggi mettessimo sulla stesa macchina lui, Hamilton e Alonso, probabilmente Lewis farebbe la pole position, ma in gara Seb batterebbe en trambi.»

Sí por mis cogieron, y si metemos en la ecuación a Daniel, lo que le pasaría a Seb es que sufriría de mala suerte...

Os leo.