Se me está echando el tiempo encima. Es cierto que los planes existen para ser sustituidos por los B, C o sin ir demasiado lejos los D, o incluso para quemar el último cartucho cuando el plan Z para gobernar el mundo ha demostrado ser un completo desastre, pero el 28 ya asoma las orejas por el horizonte y solo puedo decir que este mes de febrero me ha supuesto en líneas generales, un absoluto despropósito que no contemplaba ni en mis peores pesadillas.
En fin, todavía es 26 y hemos cerrado la primera jornada de los últimos entrenamientos de pretemporada. Fernando ha salido del hospital para descansar un poco en Asturias y hemos conocido también, que de puntillas se nos ha ido uno de los grandes nombres que jalonaron esa Fórmula 1 que paladeamos tanto en las tardes de morriña, Ducarouge. Y mientras tanto, nos quejamos de lo de siempre, de que nuestra impaciencia no encuentra satisfacción alguna ni más ni menos, porque el espectáculo tiene más prisa que nunca.
Y si antes nos molestaba que los motores no se rompieran jamás, que no hubiera apenas averías y que los pilotos parecía que andaban de picnic entre tantas medidas de seguridad como abundan en los circuitos, la realidad, tan testaruda como de costumbre, nos ha devuelto sin que seamos del todo conscientes, al escenario de incertidumbre que empapaba nuestro deporte hace no tantos años.
Hay riesgo humano y mecánico y por primera vez en mucho tiempo, se palpa en el ambiente.
Pediría un poco de paciencia. Diría aquello de que los entrenamientos son lo que son, un campo de pruebas donde se sondea la resistencia y fragilidad de los materiales y los hombres. Pero sé que serviría de bien poco porque por olvidado, no sabemos reconocer que la Fórmula 1 nos está aplicando un severo correctivo, una cura de humildad que no pueden contrarrestar ni nuestro mejor criterio ni las redes sociales ni la madre que parió a Peneque.
Pediría un poco de paciencia. Diría aquello de que los entrenamientos son lo que son, un campo de pruebas donde se sondea la resistencia y fragilidad de los materiales y los hombres. Pero sé que serviría de bien poco porque por olvidado, no sabemos reconocer que la Fórmula 1 nos está aplicando un severo correctivo, una cura de humildad que no pueden contrarrestar ni nuestro mejor criterio ni las redes sociales ni la madre que parió a Peneque.
Estamos de nuevo solos frente a eso que llamamos deporte y sentimos angustia porque las cosas no salen como quisiéramos o se tuercen, pero creo honestamente, que todo esto que sucede a nuestro alrededor es muy sano. Tanto como que yo mismo esté sintiendo en estos instantes que no llego a cumplir mis planes como no comience a apretar en cuanto haya dormido unas pocas horas.
Hasta mañana. Os leo.
6 comentarios:
Hola a todos. Me hago cargo de que mi comentario no tiene mucho que ver con la entrada de nuestro bloggero pero no me aguanto. Lo de McLaren pinta color hormiga. Y ahora me pregunto como consiguió Mercedes empezar la pretemporada el año pasado sin ningún problema e incluso Ferrari no los sufrió. Quiero creer que los nipones han llevado tanto al límite la mecánica que les están saliendo problemas por todos lados pero el caso es que no han tenido aún una jornada "limpia" de problemas graves. Ahora la caja de cambios. En fin, espero que a mediados de temporada esté todo en su sitio porque lo que es en Australia me parecerá un milagro que consigan llegar a mitad de carrera tal y como está la cosa.
Un saludo a todos.
Álvaro.
Caramba con los experimentos!
Algo habrá desvelado el accidente de Fernando en el diseño del ML que ni atinaron a sacar a Jenson para aprovechar el resto del dia.
Empacaron todo y fin de la experiencia.
Bueno, lo de hoy ya es harina de otro costal.
A mí me da que no sacaron a Button simplemente por precaución. Y empieza a convencerme el argumento de la conmoción por golpe lateral de la cabeza de Alonso contra las protecciones que hay en los flancos. Es cierto, o lo parece, que el hans cumple muy bien su función para evitar el latigazo en un impacto frontal, que tantas muertes provocó, pero quizás no sirva demasiado en un impacto lateral. Un golpe a esa velocidad, siguiendo ese razonamiento, sí que podría provocar la conmoción.
Por otra parte, y abusando, ya que no es el tema, leí en alguna parte supuestas declaraciones de Fernando o de su entorno sobre un latigazo en la columna vertebral durante el impacto. Obviamente, no parece que le haya dejado secuelas, más allá del dolor, porque si no, y sé de lo hablo porque tengo la espalda más cascada que las maracas de Machín, no podría ni haberse subido a la furgoneta cuando saliò del hospital.
Hay pilotos que tienen lesiones crónicas en la espalda, como Kimi. Bueno, no hay nada que un fisio y la farmacología no puedan paliar.
Alonso lleva muchos kilómetros encima y una lesión de espalda no sería extraña y, hasta cierto punto, la mejor de las posibles. Carlos Sainz comenta que muy posiblemente veremos a Alonso en Australia, eso ya son buenas noticias.
Tengo una duda ¿los límites en cuanto al número de motores que se pueden usar durante la temporada afectan a estas pruebas? Entiendo que no. Imagino que tampoco hay límite en cuanto al flujo de combustible que se aplica en las carreras durante la temporada. Los tiempos que marcan son bastante buenos, pero deduzco que, aparte de la mejora de los neumáticos, tiene algo que ver con que puedan consumir "a chorro".
Me ha dejado picueto la prueba de la pizza para comprobar que no soy un robot!
Son demasiadas cosas que no encajan y sólo tenemos lo que ha dicho oficialmente McLaren. No me convence para nada pero como dice nuestro anfitrión, toca esperar y voy a esperar :P
Saludos.-
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