Hay días que sí, que por la razón que sea las circunstancias se enredan en ellos como cuentas en el cordoncillo de un rosario, para incorporarse a nuestra memoria con un sentido claramente mnemotécnico. Tal que así, ayer, 10 de septiembre de 2014, pasará a nuestro pequeño anecdotario como aquel en que conocimos que Ferrari se quedaba huérfana de dos de sus iconos más recientes: Emilio Botín y Luca Cordero di Montezemolo.
Es cierto que el santanderino y el boloñés ocupan diferente rango en la historia de La Scuderia, pero no lo es menos que para el aficionado medio de nuestra entrañable España, forman parte ineludible de ese mundo de fabulación creado alrededor de Fernando Alonso, que explica con datos contrastados, quienes son los buenos y los malos en Fórmula 1 y por qué al asturiano le pasa lo que le pasa.
Tal y como recordaba en una jornada tan funesta como la de ayer, un conocido usuario de Twitter, el Santander, el banco de Botín, no ha sido tan importante para el Nano como se cree sino más bien, por aquello de ser honestos, habría que reconocer de una puñetera vez que haciendo gala de una indiscutible visión de negocio, el dinero ha seguido los pasos del de Oviedo para hacer más dinero, obviamente, y también para consolidar en el mundo una imagen de marca que ha acostumbrado a medir muy bien todas sus apuestas, incluso esta.
En todo caso, resulta curioso ver ahora que ha pasado el toro, cómo aquellas historias que nos hablaban no hace tanto de las tormentas que tenían lugar en Maranello y se oían incluso en Cantabria, erraron el tiro ya que al confidente sin duda se le fue la mano. No, al parecer la ciclogénesis explosiva no se desarrollaba por aquel entonces en la sede de Ferrari sino en la de FIAT, seguramente a puerta cerrada, y a las pruebas me remito, puesto que mientras don Emilio ha muerto con las botas puestas —se podría decir así ya que con 79 años seguía al frente de su barco—, a Luca se las han quitado los de arriba tres días después de haber afirmado en Monza que nadie salvo él las tocaría.
El mundo a partir de ayer ha cambiado mucho. Se ha ido Montezemolo y si la cosa era más que previsible tras el retorno de Bernie al ruedo [Varón Dandy], la verdad es que con su salida me queda un hueco en el alma, no tanto por la pérdida en sí, que también, sino porque el de Bolonia no ha sabido aprovechar un momento tan servido en bandeja, para quedar inmortalizado para la posteridad lejos de la triste estampa que dejó tras de sí en la puerta del motorhome italiano en Monza.
Luca ya estaba herido de muerte. Su anterior abrazo con Fernando en los garajes no dejaba lugar a dudas. Le quedaba una pequeña esperanza a la que agarrarse para seguir prolongando su agonía, pero se evaporó en la vuelta 28...
No sé, a tenor de cómo se han desencadenado los acontecimientos a partir del Gran Premio de Italia, yo que él habría citado a la prensa en una suite del hotel Hilton de Ámsterdam y emulando a John y Yoko, la habría recibido en pijama y metido en la cama, para quitarme las botas, abandonarlas sobre las sábanas de seda y leer el comunicado de despedida, siquiera para borrar de un plumazo la sonrisa que desde ayer estará iluminando la cara de quienes desde dentro le han hecho el caldo gordo, y desde fuera, rezaban para que sucediera, Silvio Berlusconi y Bernie Ecclestone, entre otros.
Os leo.
Es cierto que el santanderino y el boloñés ocupan diferente rango en la historia de La Scuderia, pero no lo es menos que para el aficionado medio de nuestra entrañable España, forman parte ineludible de ese mundo de fabulación creado alrededor de Fernando Alonso, que explica con datos contrastados, quienes son los buenos y los malos en Fórmula 1 y por qué al asturiano le pasa lo que le pasa.
Tal y como recordaba en una jornada tan funesta como la de ayer, un conocido usuario de Twitter, el Santander, el banco de Botín, no ha sido tan importante para el Nano como se cree sino más bien, por aquello de ser honestos, habría que reconocer de una puñetera vez que haciendo gala de una indiscutible visión de negocio, el dinero ha seguido los pasos del de Oviedo para hacer más dinero, obviamente, y también para consolidar en el mundo una imagen de marca que ha acostumbrado a medir muy bien todas sus apuestas, incluso esta.
En todo caso, resulta curioso ver ahora que ha pasado el toro, cómo aquellas historias que nos hablaban no hace tanto de las tormentas que tenían lugar en Maranello y se oían incluso en Cantabria, erraron el tiro ya que al confidente sin duda se le fue la mano. No, al parecer la ciclogénesis explosiva no se desarrollaba por aquel entonces en la sede de Ferrari sino en la de FIAT, seguramente a puerta cerrada, y a las pruebas me remito, puesto que mientras don Emilio ha muerto con las botas puestas —se podría decir así ya que con 79 años seguía al frente de su barco—, a Luca se las han quitado los de arriba tres días después de haber afirmado en Monza que nadie salvo él las tocaría.
El mundo a partir de ayer ha cambiado mucho. Se ha ido Montezemolo y si la cosa era más que previsible tras el retorno de Bernie al ruedo [Varón Dandy], la verdad es que con su salida me queda un hueco en el alma, no tanto por la pérdida en sí, que también, sino porque el de Bolonia no ha sabido aprovechar un momento tan servido en bandeja, para quedar inmortalizado para la posteridad lejos de la triste estampa que dejó tras de sí en la puerta del motorhome italiano en Monza.
Luca ya estaba herido de muerte. Su anterior abrazo con Fernando en los garajes no dejaba lugar a dudas. Le quedaba una pequeña esperanza a la que agarrarse para seguir prolongando su agonía, pero se evaporó en la vuelta 28...
No sé, a tenor de cómo se han desencadenado los acontecimientos a partir del Gran Premio de Italia, yo que él habría citado a la prensa en una suite del hotel Hilton de Ámsterdam y emulando a John y Yoko, la habría recibido en pijama y metido en la cama, para quitarme las botas, abandonarlas sobre las sábanas de seda y leer el comunicado de despedida, siquiera para borrar de un plumazo la sonrisa que desde ayer estará iluminando la cara de quienes desde dentro le han hecho el caldo gordo, y desde fuera, rezaban para que sucediera, Silvio Berlusconi y Bernie Ecclestone, entre otros.
Os leo.
7 comentarios:
Al final, el excelente ejecutivo Montezemolo y Ferrari entero han perdido la batalla.
En los años 50 y 60 existian en Italia (y UK, por ejemplo) decenas de pequeños fabricantes. La mayor parte perdieron atravesaron un infierno de compras y ventas en los 70, antes de desaparecer o convertirse en una marca mas dentro del "establo" de marcas de una multinacional.
En el 70 Ferrari firmo un acuerdo con Fiat, pero en la practica ha podido ser bastante independiente... hasta ahora.
Sin Luca, probablemente Ferrari se hubiera arruinado a mediados de los 90, y hoy seria un emblema de los Fiat de gama alta o una filial de Vag o Mercedes. Cuando Luca, antiguo ayudante de Enzo, fue encargado por FIAT ser el jefe de Ferrari, se encontro una marca que habia hecho mucho dinero en los 80 con el testarossa, pero con una fabricacion artesanal en el peor de los sentidos y con una gama de productos como el 348, que no daban el nivel de calidad minimo del siglo XXI. Luca creo una fabrica moderna y un gabinete de diseño que creo unos productos buenos, incluso a veces geniales.
Gracias a eso, llego a ser presidente de Fiat. Es decir, Ferrari puso el presidente de Fiat y no al reves.
De hecho, lo ha hecho tambien que sonaba para empresas mas altas, y parece que eso no convenia, asi que le han hecho caer.
Como siempre, no sabemos que ha pasado en la trastienda estos dias, pero el hombre que hablo el sabado no tenia ninguna intencion de irse. Viendo eso, "le han ido".
Al final, me parece que Ferrari ha perdido la independencia, o la va a perder dentro de poco.
Erase una vez, hace ocho años, en Monza...
Cuentan los que allí estaban que, justo cuando Michael pasaba bajo la bandera a cuadros, el jefe de prensa Luca Colajanni distribuía entre los periodistas una hoja con el comunicado de prensa de Michael anunciando su retirada. Era extraño, ya que estaba a punto de hacerlo él mismo en la conferencia de prensa de los ganadores y de esta forma se restaba toda la emoción al anuncio en vivo. ¿Trataba así Montezemolo de asegurarse de que no habría vuelta atrás? ¿se marchó o fue empujado?
También era extraño el revuelo de este sábado ante el hospitality de Ferrari. (Gené en A3: He hablado con el jefe de prensa y dice que él es así, me dirá que sí pero luego siempre hace lo que quiere.) Tras la campaña de rumores toda la prensa llegó esperando el anuncio. ¿Y si la prensa fue convocada en la puerta del hospitality porque Luca se negaba a ir a la rueda de prensa en la que debía anunciarlo? ¿Una encerrona?
Como con Michael hay que observar el lenguaje corporal. Primero aparece el jefe de prensa y él se hace esperar. Luca empieza su despedida lentamente, recordando todos sus años en Ferrari, al borde de las lagrimas, duda, se hace fuerte, no puede hacerlo. ¿Que hace Marco Mattiacci a sus espaldas? ¿Sujeta el puñal?¡No, no es Marco Junio Bruto! Luca niega lo que todos esperaban y su gesto cambia, seco, decidido, y acelera el ritmo de su discurso hacia un futuro que ya no le pertenecerá. Pero sobre todo cambia el hierático Marco, no deja de llevarse las manos a la cara, justo en ese momento. ¿Sorpresa o decepción?
Podéis creeros este cuento. O podéis creer que decidió dimitir porque se rompió un motor en una carrera. O ¿que otra cosa creéis que pasó?
¡Saludos!
Sergio Marchionne abriendole la puerta del coche a Berlusconi:
http://youtu.be/m9tQraK1uY4?t=46s
¡Dejemoslo! ¡Solo es un gesto!
¿Y Bernie? Dos GP´s tras su regreso y dos reuniones con los jefes de equipo. En plena forma. Ferrari y Red Bull asfixiados quieren abrir la limitación a los cambios en los motores para 2015, y Bernie tiene algo con lo que negociar. ¿Que pediría a cambio?
Dicen en el SafetyCast que le preguntaron el domingo a Bernie por Montezzemolo y contestó que Marchionne lo hará bien ¿Otro despiste del viejo o sabía bien de lo que estaba hablando?
¡Saludos!
Yo no voy a llorar ninguna de las desapariciones de esta semana. El BS le hizo una a mi padre de esas que no se olvidan en varias vidas,por lo que me encargo de transmitir a mis hijos las características de la putada y el ruego encarecido de que transmitan a los suyos que JAMÁS trabajen con ese banco cuya presidenta tiene tan bien puesto el apellido. De Luca, pues creo que también he dejado claro que le considero el gran cáncer de Ferrari en su sección de F1. Ahora se ha extirpado, pero veremos cómo ha quedado el enfermo... Le han dimitido porque es tan bocazas que planteó tal pulso egocéntrico al consejo de administración, que estaba claro que tenía los días contados. Ya sabemos a qué ha venido Mattiaci al equipo de F1: A conocer de primera mano la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Ya estaban hasta las narices de lo que les contaban que pasaba, y por lo visto, también del que se lo contaba. Un saludo
Lucha creo que no era un cáncer. Por lo que leo ha sido un gran hombre.
Cuando en algún momento he comentado que el problema era Luca, me refería a que había gente que le tenia ganas. Se ha hecho de enemigos que al final han conseguido echarlo. Bernie tenia apuntada la del campeonato paralelo, y se la ha cobrado. Todt se ha aliado con el.diablo por venganza y Max no estaba muerto, esta de parranda. Creo que le.faltó visión para jugar sus cartas y que el mismo se ha encumbrado hasta nonver el agujero en el que se metía.
Más de Bernie sobre Luca:"His leaving is for me the same as Mr Enzo dying."
No Hay más preguntas para el acusado, señoría.
Espectacular el último párrafo..
@el5cavallino
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