Un cadáver a los postres

En unos días comienzan a celebrarse las primeras pruebas con la temporada lanzada desde que desafortunadamente, bajo mi humilde punto de vista, fueran desterradas hace unos años, en 2009, creo recordar.

La cita puede llevarse a cabo gracias entre otras cosas, a que Ferrari corre con el grueso de los gastos ya que el autódromo de Mugello es de su propiedad, pero asoma el morro en el horizonte algo devaluada, ya que alguno de los participantes (la de Montezemolo entre ellos) ya han anunciado que las novedades para el G.P. de España podrían no estar listas...

El asunto huele ligeramente a chamusquina. Ya que es de sobra conocido que no conviene prestar a la novia o el novio ni siquiera al mejor de los amigos, o en mi caso, como ilustrador, que ni pincel ni aerógrafo, ni plumilla por supuesto, ni el lápiz ya que estamos, deben ser tocados por otras manos que no sean las propias, cabría preguntarse por qué La Scuderia ha accedido tan amablemente a pagar las copas de los rivales en el trazado donde acostumbra a entrenar.

En este sentido, Ferrari pone a disposición de Red Bull, Mercedes, McLaren, Lotus y los que vienen detrás salvo HRT, escudería que ha declinado la invitación, nada menos que una de sus principales herramientas de trabajo, casi su casa, un lugar que conoce palmo a palmo, el sitio donde evalúa el comportamiento de sus monoplazas, de manera que podríamos sospechar que simplemente observando y comparando, sin recurrir siquiera a mirar de reojo las telemetrías y datos arrojados por los coches de la competencia, podría sacar sabrosas conclusiones en aras de saber dónde está realmente el F2012, si ha mejorado o ha empeorado, en definitiva, esas cosas que ampulosamente se denominan información sensible y se guardan siempre bajo siete llaves.

La de Maranello hace de millonario anfitrión en aquella magnífica película cuyo título en español he tomado prestado para esta entrada aunque el original era muchísimo más sabroso: Murder by death, la misma en la que Sir Alec Guinnes clavaba la interpretación de un mayordomo ciego que se las tenía que ver con una cocinera muda a la hora de cumplimentar a los invitados, los cinco mejores investigadores privados del mundo.

La cinta narra en forma de comedia una emboscada, una celada en la que Truman Capote, el millonario, quiere jugar al gato y al ratón con las mentes más privilegiadas de la Tierra tras haberlas invitado previamente a su mansión, un lugar lleno de trampas y constantemente vigilado donde se celebrarán divertidísimas luchas intelectuales mientras se trata de dar solución a los asesinatos que empiezan a suceder en cascada apenas ha dado comienzo la cena...

Disculpadme el breve viaje al pasado.

El caso es que intuyo que la competencia de Ferrari ha visto las orejas al lobo y sospecha que Mugello es un regalo envenenado, razón por la cual no albergo demasiadas esperanzas sobre lo que podamos ver en el circuito italiano. Tal vez algún viejo boceto algo más terminado, quién sabe si alguna novedad suelta, pero me da a la nariz que quien más y quien menos intentará no desvelar sus cartas antes de verse obligado a ponerlas sobre la mesa en Montmeló.