El muro de contención

Tras un comienzo de sesión bastante tristón, las últimas actuaciones del piloto australiano de Red Bull, Mark Webber, han suscitado una buena cantidad de teorías, desde la que justifica que Aussie ha encontrado por fin el equilibrio necesario para sacar provecho a su RB7, hasta la que advierte que en la escudería austriaca siguen siendo más deportivos que la mujer del César y el titular del monoplaza número 2 está aprovechando la coyuntura.

Como digo, el abanico de razonamientos es extenso, aunque particularmente pienso que una vez descolgado artificialmente de la lucha por el título, gracias a la suerte adversa que había soportado hasta el G.P. de Europa, Horner decidió, posiblemente con antelación, en Montreal, por ejemplo, que ya era hora de que su segundo piloto se ganara las alubias, pasando a cubrir a Vettel de los más que posibles ataques de sus inmediatos rivales, entre los que nunca se ha encontrado él, obviamente.

La carrera celebrada en Mónaco supuso un duro aldabonazo al respecto de la debilidad del planteamiento estratégico elaborado por los de Milton Keynes. Sebastian Vettel tenía tres enemigos reales en aquel momento, y de no haberse descartado personalmente Lewis Hamilton, los tres podían haber dado un susto de muerte al alemán en el trazado con más glamour del campeonato, como demostraron Jenson y Fernando. Al final, la bandera roja vino a salvar la papeleta del de Heppenheim...

En Canadá, lo confuso del comienzo de la prueba, bajo lluvia y con el Safety Car abriéndola, parecía ser suficiente para paliar las fisuras, pero se hizo necesario que de nuevo Lewis se descartara solo y que Jenson arruinara las posibilidades de Alonso, para que Sebastian navegara cómodo en la primera posición, con un sólo rival real en pista, el de Frome, aunque sería él quien a la postre le robaría la cartera al alemán.

En ambos casos, Webber estaba lejos para echar una mano. Se decía que calentaba mal los neumáticos de su coche, que tenía algún problema que otro con el funcionamiento de su KERS, etcétera, y lógicamente, terminó haciendo de tapa superior de pan (4º en Mónaco, y 3º en Montreal) del sandwich cuya chicha seguía intacta y la mar de picante: Button, Hamilton y Alonso, mantenían intactas sus pocas posibilidades, sin que el australiano hubiera hecho nada por reducirlas.

Y llegó Valencia, y el aparente renacimiento. El RB7 número 2 funcionaba a las mil maravillas, y Webber comenzó a molestar seriamente a Alonso desde la primera curva, permitiendo a Vettel distanciarse. Aussie terminaba cerrando el podio, y por primera vez ayudaba realmente a que Jenson y Lewis, quienes sufrieron lo suyo sobre un MP4/26 que no funcionaba correctamente, empezaran a ver mermadas sus respectivas chances.

Y llegó Silverstone, y el renacimiento se hizo palpable. Mark conseguía la pole, para ceder la primera posición en la salida, de manera bastante limpia, sea dicho de paso, a su compañero de equipo, y para repetir punto por punto, la misma coreografía que escenificó en el circuito de la ciudad del Turia, que quedó salpimentada por un pulso tontorrón con Sebastian y el muro de su escudería, en el que vino a clamar que estaba tan listo como en 2010, siempre y cuando le liberaran de sus obligaciones. En todo caso, volvía a reducir las posibilidades de los de Woking, mientras el equipo británico trataba de encontrar cómo enderezar el rumbo errático de sus vehículos.

Y ha llegado Nürburgring, y el renacimiento del australiano es ya un hecho irreversible. El rival que le queda a Vettel ha nacido en Asturias, y Aussie va a intentar controlarlo aunque Hamilton se descuelgue como resultado de la refriega...

Si yo fuera Horner, que no lo soy, ésa sería la orden que daría a mi segundo piloto.

Los dos británicos no son de momento un problema. Vettel tiene la necesidad de seguir sumando puntos frente a Alonso, o en su caso minimizar los perdidos ante el de Oviedo, y eso sólo es posible lograrlo hoy si el australiano ejerce de liebre y lleva arriba al alemán, para cederle posteriormente la posición en un lento cambio de gomas, un suponer, o hace de muro de contención de Fernando hasta las últimas consecuencias, si Sebastian no puede con el español sobre el asfalto.

Webber puede ganar hoy, otra cosa es que lo logre, por primera vez lo veo posible en lo que llevamos de sesión, pero aun así, admito apuestas.